Iberdrola ultima su entrada en la comercialización de gas en Portugal
Las grandes eléctricas españolas preparan su desembarco en la comercialización del gas a clientes domésticos en Portugal, aprovechando la liberalización total del sector desde el pasado día 1. Iberdrola es la que más avanzada tiene su estrategia, tras adjudicarse 50.000 megavatios hora de capacidad en el principal almacenamiento de gas del país.
Las grandes eléctricas españolas quieren dar un paso más en su estrategia de expansión en los mercados liberalizados. En esta ocasión, el objetivo es Portugal, país donde preparan su desembarco en el negocio de la comercialización de gas, en línea con lo que ya vienen haciendo en electricidad. Las compañías quieren aprovechar que, desde el pasado día 1, el mercado gasista luso se ha liberalizado de forma completa (manteniéndose una tarifa de último recurso, como sucede en España) y cualquier empresa con licencia de comercialización puede ya vender gas natural no sólo a grandes empresas sino también a particulares y pymes. Tanto Iberdrola como Endesa o Gas Natural-Unión Fenosa cuentan con licencia.
Endesa no descarta lanzarse al mercado doméstico del gas luso a lo largo del año y Gas Natural todavía no ha tomado una decisión definitiva, a la espera de terminar su nuevo plan estratégico tras la fusión con Fenosa.
Iberdrola, sin embargo, tiene más avanzada su estrategia y prevé comenzar a operar en los próximos meses. Como paso previo, ha conseguido adjudicarse 50.000 megavatios hora (MWh) de capacidad de almacenamiento subterráneo de gas en Carriço. Esta infraestructura, ubicada en el concejo de Pombal (en el centro del país), es el mayor almacén de gas que tiene Portugal. La única alternativa está en Sines, para el gas natural licuado (GNL) que llega en buques.
La intención de Iberdrola es llevar gas al país aprovechando los gasoductos que unen España y Portugal (el de Almendralejo y el de Tuy), así como a través de la terminal de Sines. En la actualidad, la compañía mantiene contratos de aprovisionamiento de gas a largo plazo, que suman 7.600 millones de metros cúbicos anuales, firmados con compañías como Sonatrach, ENI o Nigeria LNG. La materia prima que embarca en sus metaneros procede, sobre todo, de Nigeria, Egipto, Noruega, Trinidad y Tobago, Qatar y Libia.
El mercado del gas en Portugal es bastante más reducido que el español. Según los últimos datos anuales disponibles, la demanda de gas en el país en 2008 fue de 4.500 millones de metros cúbicos, es decir, unas ocho veces menos que en España, donde Iberdrola tiene ya 3,1millones de clientes finales.
Romper el duopolio
En la actualidad, el negocio del gas en el país vecino para los consumidores domésticos y pymes es un duopolio de facto controlado por Galp y, muy en menor medida, por EDP. La liberalización de este mercado se inició en 2007 y ha ido avanzando de forma progresiva: primero se abrió la comercialización a las empresas que consumían más de un millón de metros cúbicos de gas al año, luego a las de más de 10.000 metros cúbicos y, ahora, a todos los consumidores.
Pese a que la libre contratación ya es posible, las empresas todavía no han comenzado a plantear sus ofertas a los clientes. De hecho, en el sector se da por hecho que no habrá avances en este sentido hasta por lo menos el segundo trimestre del año, máxime cuando la tarifa de último recurso no será actualizada por el Gobierno hasta el mes de julio. La estrategia de las nuevas comercializadoras para captar consumidores será, previsiblemente, similar a la que se ha seguido en España, con el lanzamiento de contratos combinados de gas y electricidad con descuentos. Iberdrola ya es el segundo operador del mercado eléctrico libre luso, con una cuota del 16%, seguida de cerca por Endesa, con un 14,7% del mercado.
Las renovables, principal apuesta en el país vecino
Las energías renovables, en especial la eólica, es la principal apuesta que mantienen las grandes eléctricas españolas en Portugal.Así, Iberdrola, a través de su filial de renovables, ya dispone de 92 megavatios (MW) instalados, entre los que destacan los 42 MW del parque eólico de Alvao. Otros de sus principales proyectos de generación están relacionados con la hidráulica: por un lado, el complejo hidroeléctrico del Alto Támega, que exigirá 1.700 millones de euros de inversión y tendrá 1.200 MW de potencia; por otro, la gestión de dos centrales hidroeléctricas que suman 360 MW. Además, tiene planeado construir un ciclo combinado de gas en Figueira da Foz.Endesa, por su parte, participaba en un consorcio que se adjudicó 1.200 MW eólicos en 2006 y que prevé tener totalmente operativos para 2012. El 30% de la potencia corresponde a la eléctrica española. Además es propietaria de Finerge, con 184 MW eólicos y 37 de cogeneración en marcha, y participa en Sociedade Térmica Portuguesa, que opera 57 MW renovables. La eléctrica también participa en una central térmica de carbón en Pego y está construyendo una central de ciclo combinado cerca de Abrantes. A finales de 2008 también resultó adjudicataria de la concesión por 65 años del proyecto hidráulico de Girabolhos, que contará con 355 MW de potencia.La presencia de Gas Natural en el mercado luso es, básicamente, la que ha logrado a través de Fenosa, que controla el 5,6% del mercado eléctrico liberalizado en el país. La eléctrica, junto a su socio italiano Enel, se adjudicó el pasado mes de abril el mayor lote eólico que quedaba por licitar en Portugal y que sumaba 200 MW de potencia.