Los consejos de administración de Caja España y Caja Duero ratifican el acuerdo de fusión
La nueva caja de ahorros de Castilla y León, que será la séptima de España por volumen de activos, ha recibido hoy el aval de los consejos de administración de Caja España y Caja Duero, las dos entidades que han convenido un acuerdo de fusión aunque con diferente nivel de aceptación.
Mientras que en la entidad radicada en León ha habido unanimidad en apoyar la fusión, en Caja Duero se han producido tres votos negativos que supuestamente corresponden a dos representantes de UGT y al vicepresidente tercero de esta entidad, Víctor Pedraz, según han dicho a Efe fuentes de la entidad en Salamanca.
Estos votos negativos se han supeditado a la aprobación de un pacto laboral, para que la fusión no perjudique a los trabajadores de las dos entidades.
El presidente de Caja Duero, Julio Fermoso, ha dicho en rueda de prensa, tras el consejo de administración de esta entidad, que "todo quedará en agua de borrajas" si no hay un acuerdo laboral previo, aunque el presidente de Caja España, Santos Llamas, ha indicado en León que este aspecto se abordará con "especial cuidado" y que desde el consejo de administración se apoya el pacto laboral.
El principal escollo que se ha salvado en los dos últimos días de negociaciones en Tordesillas (Valladolid), concluidas ayer, está relacionado con el reparto de poder de la nueva entidad.
Así, la presidencia de la nueva caja estará en León, que acogerá las áreas de Riesgos, Financiero, Gabinete de Integración y Relaciones con el Banco de España, Logística y Desarrollo Organizativo, mientras que la Dirección General se ubicará en Salamanca, donde se instalarán las áreas de Negocio, Planificación y Control, Participadas, Obra Social, Comunicación y Relaciones Institucionales e Informática.
La Obra Social tendrá su dirección en Salamanca, aunque según ha explicado Llamas, habrá una "gestión descentralizada" de su presupuesto al cincuenta por ciento y con "especial atención a las provincias de origen de las cajas".
Otra de las discusiones se centró en el lugar donde se ubicará el departamento informático, cuya dirección estará en Salamanca, mientras que el área de logística se queda en León, y se ha logrado una división y un paréntesis en la disputa ya que las dos cajas harán estudios para determinar la plataforma tecnológica más eficiente.
Desde anoche, cuando se concretaron los aspectos del acuerdo, se intenta dar una imagen de tranquilidad que, incluso, se materializa en la denominación social de la nueva caja, Caja España de Inversiones, Salamanca y Soria, Caja de Ahorros y Monte de Piedad, a la que se llegó por un sorteo.
En cuanto a la marca comercial, los nombres de Caja Duero y Caja España estarán dos años conviviendo y durante este tiempo "los expertos" buscarán un nombre para la nueva entidad.
Los dos presidentes han coincidido en señalar en que el futuro se abre para las dos entidades, que como ha destacado Fermoso, se empezará a "jugar en primera división", mientras que Llamas ha destacado de la nueva caja la "fuerte implantación, solvencia y liquidez", que será "importante" no sólo para el sistema financiero de Castilla y León, "sino también para el de España".
A este primer paso, como lo han denominado los dos presidentes, se añadirá la petición de 565 millones con cargo al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), un trámite que se realizará en el plazo de unos "15 ó 20 días", y que deberá devolverse en los próximos cinco años.
En cuanto al pacto laboral, el próximo lunes se reunirán de nuevo sindicatos y cajas donde se hablará, de nuevo, de la oferta de prejubilaciones con una retribución del 75% del salario bruto para los trabajadores de más de 55 años de edad.
Pero los sindicatos han apuntado su escepticismo a esta oferta, además de reclamar más información sobre la propuesta de cerrar 253 oficinas y reducir 849 puestos de trabajos, de los 6.200 existentes entre ambas cajas.