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Negocio nocturno

La noche (y no sólo la del 31 de diciembre) se ha convertido en una importante contribución al PIB de muchas ciudades europeas. Londres, Berlín, Barcelona y Amsterdam figuran entre las que mayor rendimiento están sacando al creciente negocio nocturno.

La gestión del ocio nocturno en esas cuatro ciudades han sido objeto de un estudio encargado por el ayuntamiento de París para verificar la competitividad de la noche parisina en el contexto europeo. Las autoras concluyen que la ciudad de la luz no explota de manera adecuada el potencial de sus horas nocturnas.

Aparte del varapalo a la falta de marcha en la capital francesa (¡si Gainsbourg levantara la cabeza!), el informe aporta datos (aunque algunos no demasiado actualizados) sobre el valor añadido de unas actividades que a menudo sólo se mencionan como fuente de problemas y molestias.

En Barcelona, por ejemplo, la noche da trabajo al 6% de la población activa, porcentaje similar, según el estudio, a los dos sectores más importantes de la economía española: la banca y la construcción. En Londres, unas 300.000 personas (8% de la mano de obra local) trabajan en bares y discotecas. Los teatros generan un negocio anual de 390 millones de libras esterlinas y los casinos, 2.200 millones de euros.

Y el negocio parece ir a más gracias a la popularidad de los llamados city-breaks, esas visitas de sólo dos o tres días a una ciudad accesible por avión. El estudio asegura que ese tipo de turista gasta como media más que el de larga duración.

El estudio también detalla las iniciativas de las autoridades locales para evitar que la diversión degenere en conflictos o para facilitar la convivencia entre los propietarios de los negocios y los vecinos de las zonas de marcha. En Amsterdam cuentan incluso con un "ayuntamiento de la noche", cuyas "alcaldesas" actuales, de 26 y 27 años de edad, son las directivas de Club Zonder Filter, una empresa especializada en crear imagen de marca para fesitvales y organismos culturales.

Falta por ver qué lectura hace del informe el ayuntamiento de Paris. Y si otras ciudades, con noches antiguamente legendarias, como Madrid, también extraen consecuencias. Pero el negocio nocturno no sólo está al alcance de las grandes capitales. Las movidas más vanguardistas de la Europa del siglo XXI laten, de momento, en ciudades como a Rotterdam o Leipzig.

Foto: Árbol de Navidad en la plaza mayor de Cachorrilla, el pueblo más pequeño de la provincia de Cáceres (B. dM., 25-12-09)

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