La letra maldita de la crisis
Decía hace meses The Economist, que es la D letra maldecida de esta crisis. Depresión, Deflación, Déficit, Derivados Algunos creen que también la D de Dólar evoca los mismos malos augurios. Pues bien, a pesar de que el futuro del dólar precisará para dibujarse con más nitidez, el que antes se resuelvan incógnitas que ahora afectan a otras letras D, lo cierto es que en los últimos días, la presión bajista que venía soportando ha dejado lugar a una situación más relajada, que incluso tiene cierto aire de rally alcista, y cuya causa, si hubiésemos de atender a los argumentos más repetidos, estaría más en deméritos ajenos que en méritos propios. Que el dólar recupere y lo haga con carácter general, implica un posicionamiento a su favor; al menos de corto plazo, y por lo tanto, invita a seguir este movimiento con un poco más de atención que en otras ocasiones. Otro aspecto significativo que tenemos que considerar, es que este movimiento tiene lugar en un momento de cambio de fondo. El que determina el hecho de afrontar un periodo de menor abundancia de liquidez. Al bajar la marea, se dan las circunstancias para que se expongan las debilidades provocadas por un exceso de deuda. Es el caso de algunas economías europeas, tanto dentro como fuera de la zona euro. Y si los EE UU se adelantaron en el rescate del sector financiero, lo hacen ahora de nuevo cuando se trata de estimular la creación de empleo. Las nuevas medidas anunciadas, fundamentalmente a través de estímulos fiscales, tienen a las pequeñas empresas por objeto y al empleo como objetivo. Es este un segundo aspecto que hemos de considerar en la valoración de los méritos propios y no en los deméritos ajenos, en la todavía incipiente recuperación general del dólar.
Jose Manuel Pazos es socio director de Omega IGF