Un sector estratégico en tiempos de crisis
En los últimos meses se han publicado innumerables informes sobre los efectos beneficiosos que el sector de las telecomunicaciones y sociedad de la información tienen sobre la productividad y la competitividad del tejido empresarial de la economía. Sin embargo, es importante no olvidar que se trata de un sector regulado, donde las decisiones tomadas desde instituciones como la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información (Setsi) y la Comisión Nacional de Competencia (CNC) tiene un impacto directo sobre los resultados y estrategias de los distintos operadores del sector, tanto en los operadores tradicionales como en los nuevos entrantes.
La maximización del efecto multiplicador de las TIC en la economía requiere reflexionar sobre aspectos que, a corto plazo, estos organismos tendrán que hacer frente.
Efectivamente, temas tan cruciales como: el apagón analógico y la asignación de los bloques sobrantes a la telefonía móvil; el refarming en la banda de 900 MHz y la introducción del concepto de neutralidad de servicios que supone la utilización de bandas inicialmente asignadas a GSM para la prestación de servicios de UMTS; el despliegue de redes de Nueva Generación que permitan mayores velocidades de carga y descarga, y la popularización de la telefonía móvil no sólo para voz sino también para banda ancha y el consiguiente efecto sustitución fijo-móvil, son, entre otros, alguno de los retos a los que a lo largo del próximo ejercicio de 2010 se tendrá que dar respuesta.
El pasado 19 de noviembre el Consejo de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), que preside Reinaldo Rodríguez, aprobó una Resolución relativa a la oferta de referencia para el acceso mayorista a las infraestructuras fijas y el acceso mayorista a la banda ancha. Esta Resolución pretende completar la dictada a principios de año (22 de enero) sobre los análisis de mercados (4 y 5) de la Recomendación Comunitaria. La aprobación de la oferta de referencia constituye un aspecto fundamental para reglar el funcionamiento de los mercados mayoristas anteriormente mencionados y, en particular, las relaciones entre los propietarios de infraestructuras y los operadores que las alquilen.
A la vista de la Resolución publicada por la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones, parece que el ganador en la lucha entre el modelo de competencia en acceso frente a competencia en infraestructura ya tiene un claro vencedor, el modelo de competencia en infraestructura.
Sin embargo, aún quedan pendientes una serie de temas que, sin lugar a dudas, serán claves para garantizar el éxito del despliegue de infraestructura de fibra óptica con el consiguiente efecto para el conjunto de la economía.
En concreto, aspectos como la verificación de las condiciones de no discriminación, la auditabilidad del uso efectivo y eficiente de las infraestructuras de obra civil, y el mecanismo seguido para la fijación del precio de los referidos servicios mayoristas, ya sea a nivel nacional o geográfico como ha sucedido en otros países de nuestro entorno, serán clave para garantizar no sólo el despliegue, la tipología de servicios y el plan de negocio de unos u otros, sino también para garantizar que la comunidad inversora continua creyendo en este sector como un sector defensivo y estratégico en tiempos de crisis.
Antonio García Zaballos. Gerente de la industria de telecomunicaciones de Deloitte