Eficiencia energética y cambio climático
A estas alturas pocas son las personas que no han oído hablar de la cumbre que se está celebrando estos días en Copenhague y cuyo objetivo fundamental es dar continuidad al protocolo de Kioto. Las posiciones radicales adoptadas por algunos de los participantes, fundamentalmente Estados Unidos y China están mermando las posibilidades de alcanzar un consenso global respecto a la puesta en marcha de verdaderas medidas correctoras que frenen el cambio climático. Aún así esta cumbre supone un paso adelante en la concienciación global de los gobiernos que se traduce cada vez más en hechos concretos.
Atacar verdaderamente el efecto invernadero supone actuar sobre las causas que lo generan y siguiendo esta línea argumental es indispensable que hablemos del sector energético. Energías renovables y eficiencia energética son unos buenos aliados al lado de los que posicionarse si es que verdaderamente queremos ganar la batalla al cambio climático. En este sentido las empresas de servicios energéticos, juegan un papel protagonista aportando soluciones energéticas contrastadas que contribuyen notablemente a la reducción de las emisiones de CO2. En Dalkia los servicios prestados a nuestros clientes están en esencia marcadas por un decálogo de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) en el que el primer punto es el siguiente: proteger el medio ambiente, preservar los recursos naturales y fomentar la biodiversidad.
Las empresas de servicios energéticos debemos ser capaces de avanzar cada día en el desarrollo de proyectos más y más comprometidos con el medio ambiente, introduciendo nuevas tecnologías que redunden en la consecución de este tipo de objetivos.
Estos días en Dalkia nos sentimos orgullosos de que la red multienergética que estamos desarrollando para el Ayuntamiento de Barcelona sea presentada en Copenhague como un proyecto modelo desde el punto de vista medioambiental.
Por otro lado, y en contra de lo que muchos puedan pensar, las nuevas tendencias energéticas pueden redundar en un cambio significativo de nuestro modelo económico actual, que pasaría de ser un modelo sustentado en los sectores servicios y construcción a incluir el sector energético como uno de sus pilares base. Los beneficios de esta nueva estrategia no sólo los encontraríamos en la reducción de las emisiones de CO2 y en los ahorros energéticos, sino en la creación de un mayor número de empleos. Tanto el gobierno como otros organismos de la administración son plenamente conscientes de que deben empujar en esta dirección y por tal motivo son numerosas las subvenciones que desde el estado confluyen en esta línea.
No me gustaría concluir estas líneas sin hacerme eco de una frase pronunciada por Ban Ki-Moon (secretario general de Naciones Unidas): "El momento de vacilar cesó El mundo tiene que darse cuenta de una vez por todas que el desafío de nuestra generación es actuar". Todos somos actores importantes y todos debemos asumir nuestro papel en el guión que nos interesa escribir de cara a un futuro en el que la tierra no se vea amenazada por el cambio climático. Busquemos en nuestra conciencia porque seguro que entramos nuestro papel.
Philippe Enaud. Consejero delegado de Dalkia España-México