_
_
_
_
La patronal le arropa a pesar de sus deudas

Díaz Ferrán se refuerza en la CEOE de cara al diálogo social

Gerardo Díaz Ferrán lleva meses sin pagar a sus asalariados y debe 26,5 millones a Caja Madrid, donde es consejero. Ayer, el presidente de la patronal se adelantó a sus detractores poniendo su cargo a disposición de la CEOE. æpermil;sta rechazó el ofrecimiento, consolidando su poder de cara al diálogo social.

Los órdagos se sucedieron ayer en las altas esferas de la patronal. En primer lugar, el dirigente de Cepyme dio su segundo plantón del mes a la CEOE, al no asistir a las reuniones de sus órganos de gobierno por temor a que se forzara su marcha (ver despiece). Más sorprendente resultó la jugada del presidente de la gran patronal, Gerardo Díaz Ferrán, quién puso su cargo a disposición de la cúpula empresarial, adelantándose así a los críticos que denuncian la maltrecha situación de sus negocios privados.

El hecho de que él y su socio, Gonzalo Pascual, lleven meses sin pagar a los 613 trabajadores de su aerolínea, Air Comet, ya había abierto el debate de si Díaz Ferrán era la persona ideal para hablar por el conjunto de los empresarios en una negociación salarial. Sin embargo, las alarmas saltaron esta semana cuando Caja Madrid le abrió expediente por impago de 26,5 millones de euros, de un préstamo concedido por la entidad de la que, además, es consejero.

En previsión de que su delicada situación como empresario amenazara su cargo al frente de la CEOE, Díaz Ferrán decidió mover ficha. Citando los problemas de sus negocios, puso la presidencia de la CEOE a disposición del Comité Ejecutivo, primero, y de la Junta Directiva después. La finta encontró desprevenidos a los más críticos, y uno tras otro, por unanimidad, los asistentes ratificaron su apoyo a Díaz Ferrán.

Tercera reválida

Se trata de la tercera reválida que pasa el presidente patronal. Elegido a dedo por su antecesor, el histórico José María Cuevas, Díaz Ferrán ya pidió un voto de confianza a los vicepresidentes de la CEOE en 2007. Después, y aunque debía finalizar el mandato de Cuevas, Díaz Ferrán remodeló los estatutos de la patronal para adelantar las elecciones y evitar llegar desgastado. En abril de 2009, la CEOE votó masivamente a favor del único candidato, quién ya ostentaba el cargo.

En la votación de ayer, Díaz Ferrán aireó sus problemas como empresario y se jugó un o todo o nada del que salió ganador. Consigue así despejar el camino de futuras críticas internas y soltar lastre antes de acometer la nueva etapa del diálogo social. Tras el sonado fracaso del pasado julio, sindicatos, empresarios y Gobierno retomarán a comienzos de 2010 las negociaciones para decidir qué reformas afrontar para subsanar la hemorragia de parados que sufre España, y para idear una salida conjunta de la crisis.

A este segundo asalto, Díaz Ferrán asistirá pudiendo presumir de un apoyo unánime en sus filas, y alegando que las centrales y el Ejecutivo han terminado dándole la razón ahora que están dispuestas a hablar de reforma laboral. Con esa fuerza reclamará "que no se marquen líneas rojas" esta vez, y se debata el abaratamiento del coste del despido. Algo a lo que CC OO, UGT y Gobierno continúan negándose.

Bárcenas mide sus apoyos en Cepyme

El presidente de Cepyme, Jesús Bárcenas, volvió a dejar plantada ayer a la cúpula de la CEOE, al no acudir a las reuniones de los órganos de gobierno de la gran patronal, de la que es vicepresidente. Bárcenas, que se ha desmarcado en varias ocasiones del discurso oficial de la CEOE, ya hizo patentes sus diferencias con Gerardo Díaz Ferrán no asistiendo a la Conferencia Empresarial que organizó a comienzos de mes. Alegó que en ella no se representaba a las pymes. Temiendo que ayer se tomaran represalias contra él, y Díaz Ferrán aprovechara para intentar forzar su salida, Bárcenas decidió jugar primero en su propio campo, la Asamblea General de Cepyme. Allí planteó su decisión de mantenerse en el cargo hasta las elecciones del próximo mayo, cuando decidirá si presentarse en función de los apoyos con los que cuente. La Asamblea no se opuso a la decisión de Bárcenas, aunque hubo quien le reclamó "más unidad con la CEOE", informan fuentes de la organización. Bárcenas dijo que "tomaría buena nota", pero reclamó a los asistentes "la misma lealtad" para él que para Díaz Ferrán.

Más información

Archivado En

_
_