El cierre de oficinas provoca el primer descenso del parque de cajeros
Golpe al autoservicio. El número de cajeros en España cayó en septiembre por primera vez en términos interanuales. El descenso se debe al cierre de oficinas y a la retirada de aparatos ubicados en lugares públicos. Además, se estanca la instalación de lectores de tarjetas en comercios.
Año tras año. Sin pausa. El número de cajeros automáticos siempre ha tendido al alza... hasta ahora. El Banco de España informa que al acabar el tercer trimestre de 2009 se ha registrado el primer descenso en la historia del parque de estos aparatos.
De acuerdo con el supervisor, al cierre de septiembre había en el país 61.319 dispensadores de efectivo, un 1,25% menos que un año atrás. Se trata de la primera caída en términos interanuales que se registra. No obstante, en el pasado sí se habían producido descensos de un mes frente a algún punto precedente, pero jamás hubo bajadas al echar la vista 12 meses atrás.
"España destaca por ser, tras Japón, el país del mundo con más cajeros por habitante. Ya no se puede crecer más", explica José Carbajosa, director comercial de Visa Europa en España. Actualmente, el país cuenta con un aparato por cada 761 personas. La red llegó a su apogeo a mediados de año, cuando contabilizó 62.121 unidades. Por aquel entonces, había 45.137 oficinas de bancos, cajas, cooperativas y financieras. La desaparición de máquinas está ligada a dos fenómenos. Por un lado, a la desinstalación de unidades ubicadas en lugares públicos. Son los llamados cajeros desplazados y se encuentran en centros comerciales, universidades, centros de trabajo...
"Es difícil rentabilizar un aparato desplazado porque su dueño debe pagar un alquiler y es complicado sacarle partido a raíz del descenso de las tasas de intercambio", explican desde Euro 6000. Esta tasa es el dinero que se cobran las entidades entre sí cuando la tarjeta de una pasa por el terminal de otra. El ajuste de la red de oficinas bancarias es el otro fenómeno que explica el descenso de la red de cajeros. Hasta junio -fecha más reciente que permite comparar la evolución de las sucursales con la de los cajeros- el sector financiero había echado el cierre a 928 locales. En contraste su parque de cajeros no sólo no había menguado, sino que había crecido en 407 unidades.
Esta aparente contradicción ha sido posible porque bancos y cajas han utilizado las máquinas de las agencias clausuradas para reforzar otras sucursales. Pero todo reciclaje tiene su límite. Al acabar septiembre había 395 aparatos menos que al comenzar el ejercicio y 779 que 12 meses atrás. Los expertos consultados estiman que el parque continuará descendiendo conforme se concreten las fusiones entre entidades y el sector avance en su reconversión.
Queda por ver, no obstante, si la banca aprovechará la coyuntura para resolver la relación de amor-odio que tiene con los cajeros. Estas máquinas permiten a las entidades prestar servicio en todomomento en casi cualquier lugar, y alivian el tráfico de gente por las sucursales. Pero por otra parte, facilitan la retirada de efectivo, cuyo uso va en detrimento de las operaciones con tarjeta, que son las que aportan dinero a la industria.
El vía crucis del comercio El Banco de España también muestra cómo se ha estancado la instalación de terminales punto de venta (TPV) en comercios. Los datáfonos sólo crecen un 1% interanual hasta septiembre. De hecho, ahora hay 14.065 aparatos menos que a principios de año por el cierre de comercios y porque las tiendas concentran su operativa bancaria.
2,45 millones de tarjetas menos
El uso de la tarjeta es un preciso termómetro del consumo. El gasto con dinero de plástico cayó durante el tercer trimestre un 3,37%. A pesar del descenso, se aprecia una mejoría frente a los desplomes del 6,68% y del 5,93% de los trimestres precedentes.Y en noviembre, como adelantó CincoDías, se ha corregido el descenso. También llama la atención que, al cierre de septiembre, había 74,73 millones de plásticos en la calle. Es decir, 1,67 millones menos que al empezar el año y 2,45 millones menos si se compara con 12 meses atrás. El parque de tarjetas tocó su cenit en septiembre de 2008, cuando había 77,18 millones en los bolsillos españoles.