Deutsche Bank y su recuperación
El Deutsche Bank planea obtener en 2011 todo un récord en beneficios antes de impuestos: 10.000 millones. Y al mismo tiempo se mantendrá en el objetivo de un 25% de retorno de las acciones. Pero esto se basa en asunciones un tanto agresivas en cuanto a crecimiento, control de costes, competición y carga de regulación. Los inversores deberían esperar y ver qué pasa.
Deutsche asume un crecimiento sostenido de la economía global de al menos un 2% anual. También espera que los beneficios globales de la banca de inversión crezcan a un ritmo mucho más rápido debido al continuo comercio de divisas y bonos, negocios ambos que domina. También cree que los márgenes del comercio serán más altos que los de antes de la crisis, y espera que los clientes corporativos retomen sus negocios.
El consejero delegado, Josef Ackermann, cree que la banca de inversiones ha cambiado con la crisis. Algunos de los rivales de Deutsche han caído en bancarrota o han tenido que ser rescatados, allanando su camino para que aumente su cuota de mercado e incluir los derivados del tipo de interés de EE UU, el emergente mercado de bonos y los ingresos fijos. También espera alcanzar en Asia los 4.000 millones de euros en ingresos para 2011, el doble que en 2008.
Pero es que además prevé Deutsche ser el banco más competitivo en costes, y no cree que los posibles cambios de regulación afecten decisivamente a su negocio.
Deutsche ha gestionado la crisis mejor que la mayoría. Si el banco puede cumplir su objetivo de beneficios sin ampliar capital, sus acciones cotizan ahora a menos de cinco veces los beneficios de 2011, mucho menos que sus competidores. Este descuento sugiere que los inversores no comparten las previsiones optimistas de Ackermann.
Margaret Doyle