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Les pide que adopten una política constructiva

Obama critica a la banca por no ayudar a la recuperación de EE UU

Barack Obama apremió a la banca a adoptar medidas que ayuden a EE UU a acelerar su recuperación económica y criticó que hayan gastado 235 millones de euros para torpedear la reforma regulatoria.

El presidente de EE UU recibió ayer a los responsables de la gran banca del país después de que el domingo les criticara duramente en una entrevista televisiva. En la reunión, que tuvo lugar en la Casa Blanca, Obama puso sobre la mesa en un tono grave la necesidad de que la banca encontrara la manera de otorgar préstamos a las pequeñas y medianas empresas, que aún no reciben crédito. También quiere que se agilicen las refinanciaciones de hipotecas ahora que los tipos están más bajos que nunca.

Obama matizó que los préstamos han de hacerse a compañías dignas de recibirlos y que la banca no debe correr riesgos como los que han desatado una crisis y que, según el presidente, "han hecho ellos mismos".

En esencia, Obama quiso transmitir a los responsables de los 13 mayores bancos del país que ahora que están en una mejor situación, tras haber sido ayudados con dinero público, es el momento de que adopten una política constructiva con la economía y con el país y que además acepten la nueva regulación financiera que se está discutiendo en el Congreso en vez de torpedearla. La banca, receptora de la ayuda del Estado, se ha gastado en lobbies 344 millones de dólares (235 millones de euros) para influir y tratar de cambiar algunos aspectos de la regulación.

"Les he hecho saber", dijo Obama tras la reunión, "que no voy a permitir que los lobbistas acaben con las reformas necesarias para proteger a los americanos".

A la reunión acudieron todos los convocados menos Lloyd Blankfein de Goldman Sachs, John Mack de Morgan Stanley, y Dick Parsons de Citigroup, porque planificaron volar por la mañana y la niebla les impidió llegar. Participaron por vía telefónica.

Citi devuelve las ayudas

Tampoco estuvo en el cara a cara con el presidente el consejero delegado de Citi, Vikram Pandit, quien estaba negociando los flecos de la devolución de las ayudas públicas extraordinarias que ha recibido, 45.000 millones de dólares. El Estado acordó, además, asumir parte de las pérdidas de una cartera de préstamos por valor de 250.000 millones de dólares.

Este acuerdo se ha cancelado y Citi devolverá 20.000 millones al Gobierno. Para ello hará una ampliación en Bolsa muy dilutiva, unos 17.000 millones de dólares, y emitirá otros 7.200 millones en el primer trimestre del año que viene. Aún así, el Estado seguirá siendo titular del 34% de la compañía ya que tenía warrants por 25.000 millones que convirtió en acciones. El Tesoro se ha comprometido a irlos colocando en los mercados. Con ello, Citi se retira de la lista de bancos bajo vigilancia por más que muchos analistas coincidan en que no ha salido de la zona de peligro.

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