Obama pide a la banca que conceda más crédito para luchar contra el desempleo
El presidente de EE UU, Barack Obama se reunirá con los responsables de los grandes bancos del país hoy para pedirles apoyo mediante la concesión de créditos para su esfuerzo por crear empleos. Pero Obama aprovechará para criticarles por la política de retribución de elevados bonus, apenas un año después de ser rescatados con dinero público, y por su oposición al proyecto de ley de reforma regulatoria que el viernes aprobó la Cámara de Representantes.
Obama, que está viendo como en Europa los Gobiernos adoptan una posición mucho más dura que la de su Administración con respecto a las compensaciones del sector, dedicó parte de su discurso radiofónico de los sábados a cargar contra los banqueros, algo que hizo de nuevo en el programa de 60 Minutes de la televisión el domingo por la noche.
El presidente mostró su enfado por el hecho de que los lobbies de las compañías financieras hayan dedicado un esfuerzo de unos 300 millones de dólares (unos 205 millones de euros) en tratar de aguar el proyecto de ley de reforma del sector. Este proyecto avanzó, por fin, el viernes después de que el partido demócrata (menos 27 de sus miembros más conservadores) se impusiera al Republicano y aprobara en pleno un texto en el que se contemplan los mayores cambios regulatorios desde la Gran Depresión. Este proyecto, diseñado en su mayor parte por el legislador Barney Frank, crea una agencia de protección a los consumidores de servicios financieros. Esta labor está en manos de la Reserva Federal que ha sido muy criticada por la laxitud con la que se ha tomado esta autoridad. Ben Bernanke, el presidente de la Fed se ha opuesto a la creación de esta agencia y también lo han hecho los bancos, que consideran que se añade una burocracia más que además va a complicar la labor de la banca como prestamista.
El texto de la Cámara Baja también establece la creación de un mercado transparente para la mayoría de los derivados (los estandarizados), obliga a que los gestores de hedge funds se registren en la SEC y articula un procedimiento para desmantelar las firmas que se califiquen como demasiado grandes o interconectadas como para caer.
El proyecto pasa ahora al Senado, donde la tramitación se prevé que sea lenta y no se vote hasta bien entrado el primer semestre de 2010.