Telefónica se prepara para explotar el filón de las multinacionales chinas
La alianza con China Unicom permitió a Telefónica poner un pie en el país asiático. Está ahí desde hace cuatro años y ha constatado la dificultad de convertir esa presencia en negocio. Ahora ha detectado un campo que está muy poco explotado: el servicio a las multinacionales fuera del país, en el que ella puede aportar toda la infraestructura que las empresas chinas no tienen.
Telefónica no puede dar servicio a las empresas chinas. Entre otras muchas cosas, su socia en el país, China Unicom, no lo vería con buenos ojos, ya que la española pasaría de aliada a competidora. Pero a Unicom le sucede como a muchas otras compañías de su misma nacionalidad: no tiene presencia en el exterior. Telefónica, en cambio, es todo lo contrario. Su infraestructura internacional cubre cuatro continentes y su experiencia en el negocio de la globalización es dilatada.
Con estos puntos de partida, los ejecutivos de Telefónica han detectado en la carencia china y el conocimiento español un nuevo campo de negocio. La presencia en el país asiático de la operadora nacional y su alianza con China Unicom le permiten un acceso a las multinacionales locales que de otra forma no tendría. Desde esa plataforma, Telefónica ha decidido poner el foco en esta oportunidad y prepararse para darle respuesta, según aseguran fuentes cercanas a la operadora.
El primer paso es tener el personal adecuado y así lo está haciendo. Las incorporaciones a la delegación que tiene Telefónica en China se están centrando en candidatos con conocimiento del mercado de las multinacionales, según las mismas fuentes. La oportunidad de negocio nace de la estructura empresarial china. Está formada por grandes compañías, pero con un mercado interior tan potente que sólo ahora empiezan a pensar en la internacionalización. Y una vez que salen fuera, hay pocas empresas de su nacionalidad que puedan darles servicios en el extranjero, porque carecen de infraestructura globalizada.
Ahí es donde entra Telefónica, como respuesta para las comunicaciones y las necesidades tecnológicas de las delegaciones de las multinacionales chinas en los distintos países donde se establezcan. No hay compañías chinas que lo ofrezcan, así que una empresa con presencia en esa nación y con una socia como China Unicom está bien situada para conseguirlo, según los planes de Telefónica. En el sentido inverso, la operadora española también está sirviendo de puente entre las empresas europeas y latinoamericanas que se instalan en China y su socia, Unicom, para que sea ésta la que les dé servicio en el país.
El interés de Telefónica por el negocio de las multinacionales chinas no es un hecho aislado. La operadora ha puesto en marcha en los últimos meses una verdadera ofensiva para crecer en esta actividad en todo el mundo. Los contratos firmados con DHL o el grupo PSA dan fe de ello. En ambos casos, estas compañías han relegado a las telecos de sus respectivos países de origen para contratar sus comunicaciones globales con otra operadora, Telefónica, ajena a ellos, pero con capacidad para dar servicios integrales a escala internacional. El impulso a esta política se ha visto refrendado en la nueva estrategia de marca que pondrá en marca la compañía en 2010.
Telefónica dejará de ser la enseña comercial de la operadora, que pasará a denominarse Movistar en España y Latinoamérica, y O2 en el resto de Europa. Pero no será así para todos los clientes. En sus contactos con las multinacionales, Telefónica será la única referencia, para dar una imagen de empresa global ajena a divisiones locales.
La 'teleco', pendiente de la comisión de Brasil
Telefónica no ha hecho ningún movimiento para intentar cuestionar en los tribunales la actitud de la francesa Vivendi durante la opa sobre la operadora brasileña GVT. Pero eso no quiere decir que lo haya descartado. Lo que no va a hacer es dar ningún paso hasta que la investigación que está realizando la Comisión de la Bolsa de Brasil concluya.Así lo ha asegurado el presidente de Telefónica Brasil, Antonio Carlos Valente, en una reunión con periodistas, que han divulgado varios medios locales. Preguntado por las posibles acciones de la compañía, el ejecutivo rehusó dar una respuesta definitiva, pero sí aseguró que están pendientes de la resolución de la comisión y que no harán nada hasta entonces.Eso sí, Valente señaló que la actuación de Vivendi en la adquisición del control de GVT fue "poco ortodoxa", según su consideración. Fruto del pacto de Vivendi con los accionistas de control y los fundadores de GVT, la opa lanzada por Telefónica quedó en nada. "La pérdida de GVT es una tristeza para la compañía", explicó el ejecutivo de la española, "pero unas veces se gana y otras se pierde.Todos queremos ganar siempre, pero hay ocasiones en que eso no es posible". Según el directivo, la estrategia de Telefónica no va a cambiar con la entrada de Vivendi en Brasil. "Hay otros competidores más preocupados por eso", añadió.En estos momentos, la comisión brasileña está investigando si los movimientos de Vivendi para comprar las acciones y opciones que le dieron el control de GVT cumplieron con la legalidad.