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A fondo
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

El desempleo ocupa a Washington

El desempleo ocupa a Washington
El desempleo ocupa a WashingtonREUTERS

Michelle y yo lo hablamos el otro día, hay miembros de nuestra familia que no tienen empleo". No estaba previsto que lo dijera, porque no estaba escrito en su discurso, pero el presidente Barack Obama explicó el viernes a un grupo de trabajadores de Nestlé Purina, en Allentown (Pensilvania), que el zarpazo del paro y las estrecheces de las finanzas familiares no son ajenos a la que en EE UU se conoce como la primera familia. Obama se dirigió a estos trabajadores en el primer día de una gira que le llevará por otras ciudades del país para promocionar una agenda que va a centrarse en la creación de empleo.

La tasa de paro, que ha superado los dos dígitos en el mercado laboral más flexible del mundo, es uno de los puntos más negros de la economía estadounidense, ahora en recuperación, y pesa cada vez más en la menguante popularidad del presidente. El hecho de que en noviembre se destruyeran muchos menos empleos que en los meses anteriores (11.000) y que las cifras de septiembre y octubre se revisaran a la baja en este sentido han dado un respiro no sólo al país, sino también a los responsables de una Administración que necesitaba reivindicar de forma inequívoca la eficacia del estímulo fiscal de 787.000 millones de dólares aprobado en febrero y del que sólo se ha invertido una parte.

Las cifras de creación o mantenimiento de empleo de este paquete fiscal, estimadas en 1,6 millones de puestos de trabajo, han sido muy discutidas por economistas y oposición. Y ello, unido a que quienes antes están emergiendo de la crisis son los bancos, ha hecho cuestionar en la calle si el Gobierno ha dejado de lado a Main Street (la economía real).

Parte del dinero para el salvamento de la banca podría estar destinado a iniciativas para promover el empleo

Obama quiso recalcar con la anécdota personal fuera de guión que sigue muy preocupado por el paro. Y hay motivos para ello. La tasa de desempleo ha pasado del 10,2% al 10% en noviembre y la que suma al paro el infraempleo ha pasado del 17,5% al 17,2%. Se considera infraempleado a quien tiene un trabajo por horas (aunque sean dos a la semana) que además busca uno a tiempo completo.

Es un avance que apunta a una cierta estabilización, pero que sigue sin ocultar la realidad de que hay 15,4 millones de personas buscando empleo (y por tanto sin seguro médico). Hay tres millones más que han dejado de pertenecer a la población activa porque han tirado la toalla, pero se espera que vuelvan a intentar encontrar un trabajo cuando se reactive el mercado laboral. Eso hará que la tasa de paro se dispare probablemente hasta el 11%. Uno de los datos más complicados de digerir por una sociedad en la que la rotación de empleos ha sido siempre rápida es que casi el 39% de los que buscan trabajo llevan desempleados más de seis meses y más de un año.

Desde que en 1948 se empezaron a tabular estos datos no se había tenido una lectura tan mala de ellos y preocupa porque los parados de larga duración son los que más difícil tienen incorporarse al mercado laboral una vez que éste se active.

Economistas y políticos están preparando a la población para aceptar que la recuperación será muy lenta, en este sentido. Incluso cuando la economía crece por encima del 3%, apenas se crean más de 300.000 empleos al mes. Así las cosas, que recuperen su trabajo los 7,2 millones de personas que lo han perdido desde que empezó la recesión, llevará años.

Iniciativas desde Washington

Pero el Ejecutivo quiere acelerar este proceso. Está previsto que el presidente pronuncie hoy un discurso en el centro de estudios Brookings Intitutions de Washington en el que dará a conocer iniciativas que mandará al Congreso para que de ahí salga un proyecto de ley con el que dinamizar la contratación sin que se dispare el déficit. Es decir, que sean políticamente posibles.

El contenido del discurso del presidente se estuvo retocando hasta casi el último momento, pero se ha filtrado que entre los planes a los que dará su apoyo figuran ayudas fiscales a pymes para que no despidan y contraten a más empleados. También, prevé favorecer la ampliación de un programa que dé incentivos a los particulares para que acondicionen y mejoren la eficiencia energética de sus hogares, algo que los economistas calculan que podría crear medio millón de empleos. Y más gasto en obras públicas. Esta es una acción muy aplaudida por los sindicatos, máxime cuando se calcula que hay un potencial de obras de reconstrucción y acondicionamiento por valor de 2,2 billones de dólares, pero que Obama considera ahora que no es fácil de poner en marcha de forma inmediata. La Casa Blanca se plantea también hacer una nueva transferencia de capital a los estados y gobiernos locales, que hacen frente a unos déficits conjuntos de unos 178.000 millones de dólares y están despidiendo a funcionarios. Es una opción cara, pero el presidente va a pedir que se use parte del dinero del TARP, el plan de ayuda a la banca, que no se ha utilizado y se está devolviendo, para financiarla.

La petición es algo atrevida políticamente porque muchos congresistas prefieren recortar el déficit previsto con esos recursos.

Algunas de estas ideas nacieron o se pusieron en común en el foro para el empleo organizado por la Casa Blanca el jueves pasado y en el que participaron economistas, políticos, empresarios y sindicalistas. Otras propuestas oídas en esa cumbre por parte de sus participantes más progresistas incluyen la creación de empleo público con condiciones de mercado y de forma temporal, tal y como se hizo en el New Deal, para cubrir puestos de trabajo necesarios a los que no está llegando la aún retraída iniciativa privada. John Podesta, presidente del Center for American Progress también propuso la creación de un Green Bank, una entidad de crédito con la que se ayude a financiar iniciativas empresariales de carácter medioambiental y nuevas tecnologías.

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