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En busca de una interfaz sencilla

Pantalla táctil: del móvil al ordenador

Basta deslizar un dedo sobre los iconos o menús para imprimir fotos, ver vídeos o llamar.

El último antídoto contra la tecnofobia es la pantalla táctil. Un invento que permite manejar el teléfono móvil, el mp3, la impresora o el ordenador de forma intuitiva. Basta rozar con los dedos sobre los iconos y menús que encontramos en pantalla para imprimir una foto, ver un vídeo o llamar por teléfono. Unos gestos casi intuitivos que nos facilitan la vida y nos permiten aprovechar al máximo esos inventos electrónicos que hoy forman parte de nuestra vida.

Y es que el gran inconveniente que tienen estos equipos electrónicos es que no son fáciles de usar. La impresión general del ciudadano de a pie es que vivimos en la prehistoria de la tecnología. En una sociedad donde podemos ver desde cualquier pantalla de casa una película a la carta, consultar cualquier información al instante o comunicarnos con cualquier punto del planeta sin pestañear, el problema es aprender a manejar esos gadgets que tenemos al alcance de la mano.

Unos inventos fáciles de entender por los muy aficionados, pero que son casi inalcanzables para el común de los mortales. Trinidad Jiménez, la actual ministra de Sanidad, comentaba hace unos años que lo que más le gustaba de la tecnología eran esos móviles tan pequeños que tienen todas las funciones. Y, lo que menos, sus manuales de instrucciones interminables.

Desde hace años, el objetivo para los fabricantes es descubrir esa interfaz sencilla para incluir en sus equipos electrónicos. A lo largo de las últimas décadas hemos visto cómo la moda pasaba desde el triste menú de texto sobre pantalla de fósforo verde a los iconos y ventanas controlados a golpe de ratón. Desde los torpes sistemas de reconocimiento de voz o el joystick hasta el mando de la consola que responde a nuestros movimientos. Algo parecido ha ocurrido con el uso de las pantallas táctiles. La cosa empezó con unas simples agendas con puntero. Torpes equipos de bolsillo donde los iconos se veían en blanco y negro y el exterior era gris ordenador.

El último gran avance en la comunicación entre el hombre y la máquina ha llegado con las pantallas táctiles. La revolución comenzó con el anuncio del lanzamiento del iPhone por la firma Apple. Antes de aquel 9 de enero de 2007 habíamos visto algunos inventos con pantalla táctil, pero ninguno que sedujera como aquel teléfono multimedia.

Por primera vez encontrábamos un equipo muy compacto, elegante, complejo y con muchas funciones que seducía al usuario a primera vista. El teléfono invitaba a buscar entre sus iconos. Respondía a nuestros gestos naturales. Por ejemplo, para pasar las carátulas de los discos bastaba moverlas con la mano. Ampliar una foto era tan fácil como hacer un gesto abriendo dos dedos sobre la pantalla. Esta es la verdadera magia del iPhone. Una magia que claramente ha disculpado muchas de sus carencias y limitaciones.

En los últimos dos años hemos visto cómo el poder de seducción de los equipos electrónicos de bolsillo están por encima de su potencia, capacidad y velocidad de proceso. Algo que ya ocurrió con los ordenadores en 1998. Entonces, Apple lanzó el iMac, el primer ordenador realmente de diseño. Semitransparente y de colores, aquel iMac no era un PC compatible, no se vendió mucho… pero era mucho más seductor que todos los ordenadores que se podían encontrar en las tiendas por aquel entonces.

De hecho, el lanzamiento del iMac marcó un hito en esto de la informática con estilo. A partir de aquellos años, las grandes firmas empezaron a contratar diseñadores para cambiar el aspecto de sus equipos electrónicos.

Por ejemplo, el francés Philippe Stark reinventó el televisor para la firma Thomson. O la familia de electrodomésticos Philips by Alessi metió el diseño en cafeteras, exprimidores y tostadores.

Hoy, en 2009, los ingenieros de las grandes firmas de navegadores, mp3, cámaras y teléfonos móviles están mirando hacia la pantalla táctil. En el mercado de telefonía móvil europeo, los teléfonos de pantalla táctil ya suponen entre el 35% y el 60% del total, según Nacho Román, director de terminales de Vodafone España.

Incluso, la fiebre por la pantalla interactiva ha llegado hasta el corazón del ordenador. Windows 7, el nuevo programa de ventanas de Microsoft para el ordenador está intentando rentabilizar sus habilidades táctiles. Los responsables de Microsoft han empujado a los grandes fabricantes de PC a desarrollar ordenadores con la pantalla interactiva. Han apostado claramente por el ordenador de sobremesa todo en uno que no lleva minitorre porque todo está integrado en una delgada pantalla táctil. Como decía el actual director general de Gateway Europa, Antonio Papale, "la tecnología debe estar al servicio de la gente. No la gente al servicio de la tecnología".

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