El Ecofin acusa a Grecia de pasividad ante el déficit público y amenaza con sanciones
Grecia se convertirá hoy, con toda probabilidad, en el primer país de la zona euro que corre el riesgo de ser sancionado por incumplimiento del nuevo Pacto de Estabilidad y Crecimiento. El resto de los países del área, obtendrán en cambio una prórroga en el plazo para corregir el déficit hasta 2012 (Bélgica e Italia); 2013 (España, Alemania, Francia, Austria, Portugal, Eslovaquia y Eslovenia) o hasta 2014 (Irlanda).
En el caso de Grecia, además del deterioro presupuestario que soporta toda la zona euro debido a la crisis, se une la falsedad de las cuentas públicas presentadas en Bruselas por el anterior gobierno conservador.
Tras las elecciones del pasado mes de octubre, que dieron la victoria a los socialistas, se descubrió que el déficit de 2008 era cercano al 8% casi el doble del anunciado anteriormente. Y para 2009 se anunciaban unos números rojos del 12%, frente al 3,7% previsto a comienzos de año.
Por ese motivo, el Consejo de Ministros de Economía y Finanzas (Ecofin), que se reúne hoy en Bruselas, tiene previsto dictaminar que Atenas no ha seguido las recomendaciones que se le hicieron en abril de este año para que contuviese el incremento del déficit fiscal y la deuda pública.
El veredicto sobre la pasividad del Gobierno heleno debe ser aprobado por mayoría cualificada, con el apoyo de al menos 15 ministros, excluido el griego. La aprobación, que se da por descontada en Bruselas, expondría a Grecia a una nueva recomendación cuyo incumplimiento podría llevar aparejadas sanciones económicas
En un primer momento, el Ecofin puede exigir el depósito una fianza equivalente al 0,2% del PIB griego, como mínimo. Si el desacato continúa, cada años se le podría exigir a Grecia un depósito equivalente al 0,5% de su PIB como máximo. Tras dos asaos de incumplimiento, la UE puede decidir confirmar la sanción y quedarse definitivamente con esos depósitos.
Desde la reforma del Pacto de Estabilidad en 2005 nunca se había llegado tan lejos como ahora en su aplicación. Aún así, se espera que el Ecofin avance con mucha cautela hacia las posibles sanciones porque, por un lado, dañaría la economía griega y, por otro, sentaría un peligroso precedente de rigor para el resto.