El Congreso derrota la exigencia de mayores inversiones para Madrid
La presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, defendió ayer sin éxito en el Congreso una reforma de la financiación autonómica que no discrimine a la comunidad autónoma de las inversiones estatales. El PP fue la única formación que apoyó la iniciativa procedente de la Asamblea regional.
El líder del PP, Mariano Rajoy, ni siquiera acudió al Congreso a escuchar las propuestas de la presidenta madrileña, pero ésta disfrutó de una cálida acogida por buena parte de los diputados de su partido, con su portavoz parlamentaria, Soraya Sáenz de Santamaría, a la cabeza. Aguirre acudió a la Cámara Baja escoltada por su número dos en el Gobierno regional, Ignacio González, por su consejero de Economía, Antonio Beteta, y por la presidenta del Parlamento autonómico, Elvira Rodríguez.
Aguirre defendió la toma en consideración de una proposición de ley que exigía la inclusión del concepto de equidad en la nueva ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (Lofca) que se encuentra en trámite parlamentario. Sólo el PP defendió sus postulados.
Estos últimos son muy simples. Si en el periodo 2004-2010 el aumento de las inversiones estatales en el conjunto de España fue del 40%, en Madrid decrecieron el 27%. Y eso, expuso Aguirre, que los madrileños son solidarios con el conjunto de España en un "grado máximo". La aportación neta de los madrileños a las arcas estatales ascendió hace cuatro años, según los últimos datos disponibles, a 14.614 millones de euros, "una cantidad equivalente a las tres cuartas partes de los presupuestos de la comunidad de Madrid, sin incluir las cuotas de la Seguridad Social", argumentó la presidenta. Esperanza Aguirre recordó que la Constitución establece que las diferencias entre los Estatutos de las comunidades "no podrán implicar privilegios económicos o sociales".
Torpedo contra Cataluña
El portavoz económico de CiU, Josep Sánchez Llibre, interpretó la propuesta de la presidenta madrileña, derivada de una propuesta de la asamblea regional, como un "torpedo" contra la línea de flotación de la disposición tercera del Estatuto catalán, en la que se vinculan durante siete años las inversiones estatales destinadas a Cataluña a la aportación de esta comunidad al PIB nacional. Sánchez Llibre recordó que cinco de las seis entradas por carretera a Barcelona son de peaje y que si se llevaran hasta el último extremo las propuestas de Aguirre, "Madrid dejaría de ser la capital del Estado".
La presidenta madrileña negó que en su intención estuviera buscar una confrontación entre Madrid y Cataluña. De hecho, en su discurso citó también a este último territorio como una de las regiones más pujantes, pero también más necesitadas de nueva inversión. La iniciativa de la Asamblea madrileña no recibió, finalmente, más apoyo que el del PP. Socialistas, nacionalistas vascos y catalanes, IU y hasta la diputada Rosa Díez, combatieron sus argumentos para justificar su rechazo.
Crítica al recorte de gasto social
Aguirre no esperaba el duro ataque que su política en Madrid sufrió en boca de la diputada Delia Blanco, presidenta del Partido Socialista Madrileño. Blanco culpó a Aguirre de haber mermado en un 25% el presupuesto para sanidad en 2010 y de haber rebajado las partidas destinadas al resto del gasto social. La representante del PSOE le recordó que en julio, el representante de la comunidad se abstuvo en el Consejo de Política y Fiscal a la hora de votar la nueva financiación. "Viene aquí a confrontar con su partido, con Mariano Rajoy, le quiere poner deberes y éste ni siquiera vino a escucharle", le espetó. Blanco le reprochó también su actitud ante el conflicto por la presidencia de Caja Madrid.