"La normativa laboral es muy quirúrgica y nada preventiva"
"La ley fija 20 días por despido económico, pero siempre se pagan más de 45"
La legislación laboral española te proporciona muchos instrumentos para reestructurar, para despedir, pero faltan herramientas para evitar el ajuste. Es una ley muy quirúrgica y muy poco preventiva". æpermil;sa es la principal apreciación que Juan Antonio Sagardoy, redactor del primer borrador del Estatuto de los Trabajadores, y su hijo Íñigo Sagardoy, hacen de la normativa laboral. Con la experiencia que proporcionan 30 años de ejercicio de la abogacía, aseguran que quien peor entiende lo que pasa son las empresas extranjeras: "tenemos casos reales de corporaciones americanas que nos dicen: a mi no me sobra nadie, quiero conservar a mis trabajadores, pero tengo que reducir el coste de personal, quiero bajar salarios temporalmente, y la ley me lo impide".
A juicio de Sagardoy Abogados, "la movilidad funcional y la flexibilidad salarial y de horarios salvaría muchos puestos de trabajo". "Una empresa no es diferente al cuerpo humano. Cuando una persona está enferma tiene dos opciones: o dejarse morir, o dejarse operar y salvarse. Es una pena que aquí siempre que se habla de reforma laboral se hable del coste del despido; hay que hablar de ello, pero eso no es el eje de la reforma", asegura gráficamente Juan Antonio Sagardoy.
Admiten que ahora las empresas se están lanzando a ensayar fórmulas de flexibilidad interna, pero "la norma no lo favorece, y genera mucha inseguridad jurídica. Algunas se han lanzado a bajar el sueldo, pero la ley lo prohíbe". "Incluso se están generando demandas porque las empresas no suben el sueldo, ni siquiera lo bajan, sino que no lo suben cuando tienen pérdidas y la inflación en tasa negativa, y los tribunales les están dando la razón a los trabajadores", comenta sorprendido Íñigo Sagardoy.
Los abogados echan de menos una legislación más dinámica, que se adapte a las condiciones cambiantes de las empresas. "La empresa española ha cambiado mucho, y carece de explicación que la ley española aún no regule el teletrabajo u otros mecanismos de flexibilidad interna para facilitar la conciliación, que cada vez demandan más trabajadores. Nadie piensa hoy cuando empieza a trabajar que se quedará en la misma empresa toda la vida: las prioridades han cambiado, la empresa ha cambiado y la ley laboral debe cambiar".
Tanto Juan Antonio Sagardoy como Íñigo Sagardoy reclaman una legislación exclusiva para las pymes. "Yo predico hace 40 años que hay una ley no escrita que dice que nadie contrata a quien no necesita ni nadie despide a quien necesita; por ello no sirven para mucho las subvenciones. Son dinero tirado. Hay que hacer una regulación específica para facilitar la vida al 90% del tejido empresarial".
En materia de despido en Sagardoy Abogados tienen claro que la referencia de los 20 días para despedir con causas objetivas es absolutamente legal, pero "no se utiliza nunca. Se sigue pagando como mínimo 45 días por año. Y eso a un empresario extranjero no le cabe en la cabeza. Preguntan siempre antes de invertir cuánto les costaría desinvertir; y cuando les dices que no se sabe, se sorprenden porque creen que la ley dice 20 días y debe respetarse; pero la verdad, la verdad, es que nunca se sabe".
En el 30 aniversario del Estatuto de los Trabajadores los Sagardoy creen que se necesita revisar "cosas muy puntuales: que los convenios de empresa tengan primacía sobre el resto y que se puedan ajustar los salarios, hacia arriba y hacia abajo en función de la situación empresarial".
"Necesitamos un contrato de crisis urgente"
"Necesitamos un contrato de crisis, y ya hablaremos después del despido, cuando hayamos superado la situación de emergencia". Esa es la principal demanda de Sagardoy Abogados para hacer frente a la crisis laboral que azota las plantillas en España. "Parece increíble que en una situación de absoluta emergencia estemos hablando del sexo de los ángeles y de que hay que hacer reformas estructurales", argumenta Juan Antonio Sagardoy. "Necesitamos una reforma urgente que dé facilidades para contratar. No hay una prisa exagerada para hacer una reforma del despido o de la movilidad. Estamos ante una ruina absoluta del empleo, con las plantillas sangrando, y las empresas necesitan un instrumento por un año o dos para contratar con facilidad y en condiciones inferiores a las que hoy recoge la ley. Luego ya hablaremos de las reformas estructurales, del coste del despido y todo eso. Tenemos la enseñanza del contrato de fomento de empleo en los 80, que creó dos millones de empleos. ¿Eso es malo; eran empleos indignos acaso? Pero no tengo la sensación, ni nadie la tiene, de que estén reunidos para esto en el año y medio que llevamos llorando y que la gente se va a chorros de las empresas".Juan Antonio Sagardoy lamenta la posición del Gobierno, que no ha estado activo como cuando se hizo el Estatuto de los Trabajadores: "El presidente del Gobierno ha dicho tajantemente que bajo ningún concepto se hará nada sin consenso. Pues bueno. Los sindicatos no tienen una visión de futuro, pero tienen un Gobierno que es un aliado increíble pues es más duro que ellos en la inmovilidad".