_
_
_
_
_
Análisis

La desinflación ha muerto después de quince meses

El Índice de Precios de Consumo (IPC) armonizado ha vuelto a tasas interanuales positivas, tras ocho meses instalado en valores inferiores a cero.

El Índice de Precios de Consumo (IPC) armonizado ha vuelto a tasas interanuales positivas, tras ocho meses instalado en valores inferiores a cero. El repunte de los precios de los carburantes parece estar detrás de la subida del índice mensual en noviembre, que podría ser superior al 1% (1,1%), y que ha devuelto la tasa de inflación al entorno del 0,4%. Por tanto, la desinflación acelerada iniciada en agosto de 2008, ha concluido. Y, salvo nuevos episodios agudos de contracción de la demanda, la economía debe acostumbrarse de nuevo a convivir con la inflación.

Desde julio de 2008, y en sólo ocho meses, la tasa de variación interanual de los precios de consumo se desplomó desde el 5,3% hasta valores negativos, descenso vertical jamás registrado por una economía como la española, tan resistente a controlar la inflación, en periodo tan limitado de tiempo. La fuerte caída de los costes del crudo y sus derivados, así como la contracción del consumo privado, sometió al IPC a una desinflación (no deflación) que se ha prolongado durante quince meses. Ahora, tras ocho meses en valores negativos, la volatilidad de los carburantes, en esta ocasión con tendencia ascendente y con el crudo en los 80 dólares por barril, ha devuelto al IPC al 0,4% interanual, según los datos desvelados ayer por Estadística.

A juzgar por la evolución de los últimos meses, sólo la rúbrica de los transportes habría cambiado de signo negativo a positivo, aunque podría haberlo hecho también el vestido y calzado. El proceso de desinflación mundial mantiene bajo control, y en tasa negativa, las rúbricas relacionadas con la producción manufacturera (todos los bienes industriales duraderos), mientras que, como es tradicional en España, los precios de los servicios mantienen tasa positiva, tal como ha ocurrido durante los 15 meses de desinflación. Por tanto, la esperanza de que la tasa subyacente, la que recoge la evolución de los precios excluyendo los alimentos frescos, la energía y los impuestos, entrase en valores negativos, se ha desvanecido.

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Archivado En

_
_