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Clemente González. Presidente de la Asociación para el Desarrollo de la Empresa Familiar de Madrid (Adefam)

"El pago a las empresas debe limitarse por ley a 30 o 60 días"

González propone un pacto de Estado entre las fuerzas políticas para salir de la crisis que aporte soluciones a la financiación de las empresas y a la rigidez del mercado laboral, "problemas aún sin resolver"

"El pago a las empresas debe limitarse por ley a 30 o 60 días"
"El pago a las empresas debe limitarse por ley a 30 o 60 días"

Con apenas dos meses como presidente de Adefam, González (Santiago de Compostela, 1950) realiza un discurso encendido en favor de la empresa familiar como generador de empleo y critica abiertamente al Ejecutivo por su pasividad ante la crisis, pese a las promesas que se incluyen en la Ley de Economía Sostenible, cuyo anteproyecto presenta hoy el Consejo de Ministros. "Lo que hace falta es decir las cosas claras. Hay que ser realista: 2010 va a ser un año complicado y de grandes incertidumbres. No sabemos cuando vamos a salir de la crisis y eso dependerá en gran medida de todas las instituciones", señala. Por ello reclama un gran pacto que ponga solución a los problemas que asfixian a los empresarios: falta de financiación, escasez de pedidos, rigidez del mercado laboral y falta de competitividad.

¿Qué diagnóstico hace de la actual situación de crisis?

España está viviendo tres crisis: financiera, inmobiliaria y de competitividad. El crecimiento del número de parados está ejerciendo mucha presión sobre el resto de la economía; conforme crece el número de parados, se pierde confianza, se consume menos y las empresas pierden actividad. El Ejecutivo está empleando una gran cantidad de dinero en parados, pero no está arreglando el origen del problema: que no se destruyan más puestos de trabajo. Las empresas han creado siete millones de empleos en diez años. Por lo tanto, la solución al paro está en crear más empleo privado. Y en algunos sectores es muy difícil generar los puestos ya destruidos.

También denuncia la falta de financiación como una de las principales trabas. ¿Cree que se ha resuelto con las líneas de ayuda del ICO?

Se ha intentado resolver con el ICO, pero no ha funcionado. El dinero no está llegando y a las empresas se les están cancelando las líneas de crédito o los descuentos. La escasez de financiación es uno de los grandes problemas en la actualidad. Las empresas cierran porque se exige un nivel de circulante dos o tres veces superior al de Alemania o Francia para realizar una actividad. Además, el plazo de pago en España es a 90, 120, 150 o más días y eso exige más circulante.

En la actualidad hay una proposición de ley en tramitación y la Ley de Economía Sostenible incluirá medidas para corregir la morosidad ¿cree que pueden aportar soluciones?

El nivel de impagos en España es muy alto y hay una gran desprotección jurídica. Si estuviera en la administración, haría lo que han hecho en otros países. CiU ha presentado una proposición de ley para que el plazo no exceda de 60 días entre empresas y de 30 entre empresas y administración, pero ahora mismo está parada.

Francia ha fijado un máximo de 60 días y las compañías españolas radicadas en Francia se han beneficiado al reducir el circulante, la necesidad de financiación y el riesgo de impagos. El pago en España tiene que estar limitado por ley a 30 ó 60 días. Mejorar la financiación es fácil, pero hay que lograr también que las administraciones paguen en el plazo fijado por ley.

¿Qué medidas propone para evitar que se destruya más empleo?

Tenemos limitaciones para competir, no porque no hayamos invertido o estemos desfasados, sino porque tenemos unas cotizaciones sociales mucho más elevadas que el resto de países desarrollados. Habría que rebajarlas al menos cinco puntos. Además los sueldos han subido cada año, mientras que la productividad se ha estancado. A ello se le une la complejidad del estado de las autonomías, que ofrece muchas veces dificultades para la actividad empresarial.

¿Considera necesaria también una reforma del mercado de trabajo?

El mercado laboral es tremendamente rígido. El problema no sólo es el coste del despido. Hace falta crear confianza para que las empresas vuelvan a crear puestos de trabajo. Y eso pasa por una reforma del mercado laboral y cambios en la productividad o en el absentismo, que en algunas empresas supera el 20%. Queremos flexibilidad en la organización del trabajo, tal y como recomiendan los expertos, aunque no creemos que el modelo alemán (compatibilizar menos horas de trabajo con la prestación de desempleo) sea la solución. Eso sólo funciona para grandes empresas que trabajan contra stock o que pueden parar turnos si hay excedentes.

"En este país se han olvidado del sector industrial"

Además de presidir Adefam, cuyas empresas emplean a 125.000 personas y facturan 14.125 millones de euros, el 7,2% del PIB madrileño, González es el presidente de Alibérico, un grupo industrial con 1.200 empleados y presencia en 35 países.Fruto de esa experiencia, González critica el olvido al que ha sido sometida la industria en España. "En este país se ha tenido olvidado al sector industrial. Se ha apoyado al sector de renovables o al del automóvil, pero poco más. Es necesario que se potencie la relación entre universidad, empresa y administración. Tanto la universidad como las administraciones están muy lejos de las empresas y eso provoca que el coste de la innovación sea mucho más elevado en España, porque el conocimiento no lo llevamos al mundo de la empresa".González también critica al Ejecutivo por la falta de iniciativas que mejoren el acceso al crédito de las empresas. "La mayor porción de la tarta de la financiación no se la están llevando ni las familias para su consumo ni las empresas para su financiación, sino el sector público para financiar su endeudamiento", apunta.En su opinión sería muy triste que la sequía de crédito y los problemas de financiación hiciera retroceder a la economía española diez o quince años atrás. "No toda la culpa es del Gobierno, pero toda la clase política debería luchar para poner remedio a estos problemas, ya que las restricciones de crédito van a ser aún peores este año, tal y como ya están recordando los principales responsables de grandes bancos españoles", apunta.

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