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Resultados empresariales

Caja de Burgos ganó casi a la mitad hasta septiembre por las mayores dotaciones y la mora

Caja de Burgos obtuvo al cierre del tercer trimestre un beneficio de 40,8 millones de euros, lo que implica un descenso del 49% respecto al mismo periodo del ejercicio precedente, informó hoy la entidad en un comunicado.

La caída fue consecuencia del descenso del volumen de negocio, el aumento de la morosidad crediticia y la caída de los tipos de interés de mercado, que "han favorecido un estrechamiento de los diferenciales obtenidos" y, con ello, un descenso en el margen de intereses del 8%.

El beneficio neto individual de la caja alcanzó los 40,8 millones de euros, después de destinar 61,5 millones a dotaciones, mientras que el coeficiente de solvencia mejoró en un punto con respecto al de diciembre de 2008.

Según informó la entidad de ahorro, la coyuntura adversa que afecta a la economía conlleva un incremento del número de impagados que ha afectado al índice de morosidad hasta situarse en el 3,87%, porcentaje que según la entidad mejora la media del sector.

Por otra parte, la intensa campaña de captación de pasivo motivó posibilitó el "extraordinario crecimiento" de los depósitos de la clientela (17%).

"En un marco económico-financiero adverso", la gestión del negocio "ha seguido orientada a mejorar la diversificación del riesgo crediticio reduciendo niveles de concentración individual y sectorial, a contener el avance de la morosidad crediticia, a asegurar la holgada situación de liquidez actual y a reducir los costes de explotación", explicó la caja.

Es en el capítulo de resultados por operaciones financieras donde se registra el mayor desfase respecto a los generados en los nueve primeros meses de 2008, donde se contabilizaron importantes beneficios extraordinarios -102 millones- que no tienen su correspondencia en este ejercicio.

Las comisiones netas avanzan un 19% como consecuencia de la favorable evolución de las comisiones percibidas, entre las que destacan las ligadas a la modificación de condiciones de operaciones crediticias, a la estructuración de operaciones sindicadas y a la comercialización de productos financieros, junto con el descenso de las comisiones pagadas a otras entidades.

Los gastos generales se contienen notablemente, presentando a nivel individual un descenso conjunto del 2,3%. En cuanto a las provisiones, el importe del conjunto de las dotaciones netas que ha resultado preciso realizar ha ascendido a 61,5 millones de euros.

Pese a todo, indicaron, se ha conseguido reforzar la situación de rentabilidad y solvencia de la entidad. De hecho, subrayaron el coeficiente de solvencia se incrementó en 0,89 puntos en el transcurso de 2009, hasta alcanzar el 11,57%, con un Core Capital del 9,26%, uno de los más elevados del sector de Cajas de Ahorros, cuya media a junio de 2009 se situaba en el 7,35%.

En términos absolutos, Caja de Burgos presentó un exceso de fondos propios de 323 millones de euros sobre el mínimo exigido por la normativa vigente.

El volumen de negocio gestionado, medido por su principal indicador, el activo total, se incrementó cerca de un 6% respecto al ejercicio anterior, llegando a los 12.400 millones de euros, mientras que el patrimonio neto se incrementó en un 2%, aproximándose a los 1.000 millones de euros.

Los depósitos de la clientela alcanzaron al 30 de septiembre la cifra de 8.000 millones de euros con una tasa de crecimiento interanual del 17%, apoyada fundamentalmente en el buen comportamiento de los depósitos a la vista de clientes.

El capítulo de empréstitos presentó un descenso cercano al 31%, reduciendo así la financiación mayorista a través de emisiones de títulos. Por otro lado, los productos de ahorro-previsión crecieron un 53%, impulsados por el éxito obtenido en la comercialización de la 'Renta de Fábula', un producto asociado a un seguro de renta vitalicia; mientras que los fondos de inversión muestran un descenso interanual del 7%.

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