Sotanas y minaretes
Vuelve el cura. Y el imán. Y los santeros. Y el rabino. Todos parecen recuperar en la Europa del siglo XXI parte del terreno que perdieron durante los últimos doscientos años. Incluso en Bruselas, capital del preámbulo y los considerandos, se empiezan a colar escrituras supuestamente sagradas.
La semana pasada, sin ir más lejos, los ministros de Asuntos Exteriores se salieron de su territorio habitual y aprobaron unas conclusionessobre la libertad religiosa. Una mano laica del siglo XX colocó en el segundo párrafo una declaración a favor de la apostasía y de cualquier tipo de creencia (o falta de), incluido el ateísmo. Pero el documento, impulsado por el ultraconservador ministro italiano Franco Frattini, pretendía más bien convertirse en una defensa de la Religión por antonomasia desde el punto de vista romano.
La iniciativa revela la creciente presencia del debate religioso en el ámbito comunitario, fiel reflejo de uan tendencia similar en la mayoría de los países de la UE. Los estudiosos del fenómeno lo atribuyen a circunstancias como el posible temor a la globalización, la presencia en el Viejo Contienente de un Islam beligerante o el deseo de recuperar o mantener las raíces de la identidad nacional.
Europa parece condenada a tener que buscar un nuevo encaje entre las creencias privadas y la vida en sociedad, porque los roces empiezan a ser cada vez más frecuentes y afectan a aéras muy diversas, como recuerda una interesante serie de publicaciones del Network of European Foundations.
En su número sobre Religión y Salud, por ejemplo, se analiza la influencia religiosa en debates como el de la eutanasia o en aspectos tan cotidianos como el sexo del personal sanitario, las peculariedades dietéticas de algunas creencias o la utilización de sustancias estupefacienntes en ciertos cultos (menciona el uso del cannabis por parte de los rastafarians en el Reino Unido). Otro número analiza la enseñanza religiosa en los sistemas educativos europeos. Y un tercero, los conflictos que a veces genera la construcción de mezquitas.
Ya hay quien vela para que el nuevo equilibrio entre tolerancia y convivencia no se haga a costa de sacrificar el laicismo y la separación de iglesia y estado que caracteriza a las democracias occidentales. La europarlamentaria liberal holandesa, Sophie in 't Veld es una de las abanderadas a favor de una Europa basada en los principios de la Ilustración. Da la impresión de que tiene una tarea ardua por delante.
Foto: Cartel de la Semana de diseño gráfico de Estambul (B. dM., 18-10-09).