"Hemos aprendido a respetar la independencia de Cajastur para tomar decisiones"
Con una filosofía que resume en el eslogan "del carbón al ratón", Vicente Álvarez Areces explica el cambio del modelo productivo que pilota en Asturias en la década que lleva como presidente del Principado. Nacido en Gijón (1943), ciudad que transformó en sus tres legislaturas como alcalde (1987-1999), entró de menor de edad en la política por el PCE, en el que militó 16 años antes de ingresar en el Partido Socialista. Matemático, estadístico y perito industrial, hijo de maestra de escuela y de guardia civil, Tini Areces, como lo conocen sus paisanos, es, en opinión de su mujer, "una persona de mente cartesiana y corazón utópico". En esta entrevista, y mientras intenta sacar adelante el Presupuesto de Asturias para 2010 del que discrepan sus socios de Gobierno (IU-Bloque por Asturias-Los Verdes), muestra su visión europeísta a la vez que desvela los secretos del cambio de una región minera, siderúrgica y de rentas de transferencia a una economía basada en las TIC.
¿Cuánto les falta a las TIC (tecnologías de información y comunicación) para crear en Asturias tanto empleo como el carbón en sus mejores tiempos?
Las empresas TIC son un fenómeno reciente en Asturias. Coinciden con el periodo en que desde 1999 tratamos de cambiar las estructuras de la economía desde la empresa pública y los sectores tradicionales del carbón y el acero. Hay elementos de localización para multinacionales que vienen a invertir, como los excelentes niveles de formación, el capital humano. Hoy las TIC ya superan la dimensión actual del carbón. Se está sustituyendo al carbón por el ratón... sin renunciar al carbón. Es difícil que alcancen los niveles de ocupación de la minería en sus tiempos de esplendor, cuando tenía más de 30.000 empleos. Pero el sector TIC tiene un futuro desarrollo del empleo muy grande.
Se han creado muchos organismos y planes para reorientar la economía, ¿pero cómo se está comportando el sector privado?
Se ve en otro fenómeno reciente en Asturias, la red de centros que hemos lanzado para la transferencia tecnológica, y también centros de investigación singulares de empresas como Arcelor Mittal , HC Energía, Duro Felguera, Thyssen-Krupp...
¿Qué resultado ha dado el Plan Ciencia, Tecnología e Innovación 2006-2009? ¿Se va a prorrogar?
Sí, lo vamos a prorrogar en 2010. Es el principal marco para I+D+i y movilizará en total 515 millones de euros, de los que el 37% será aportado por empresas privadas. Hasta la fecha se han creado 18 empresas Y vamos a involucrar más a la Universidad. Hay dos áreas punteras para el sello de Campus de Excelencia Internacional que se dilucidará hoy [25 de noviembre de 2009], un clúster de biomedicina ligado al campus de Oviedo y otro de energía, medioambiente y cambio climático, en Gijón.
Los ambiciosos proyectos de industria cultural en marcha, como La Laboral, en Gijón, y el Centro âscar Niemeyer, en Avilés... ¿no son una apuesta demasiado parecida al Guggenheim de Bilbao?
Tienen una gama mucho más amplia. Parecido es que una gran inversión cultural en el territorio provoca un cambio de paradigma. Pero los proyectos son totalmente diferentes. Los inscribimos en que la cultura es un elemento de primer orden de desarrollo económico. Algunos, para ser de un territorio de 1,1 millones de habitantes, despiertan admiración y sorpresa. Como la suerte de tener la sede de la Fundación Príncipe de Asturias, que desde hace 28 años crea un capital impresionante de premiados y jurados que se convierten en nuestros aliados para difundir la comunidad. Otro, La Laboral de Gijón...
Donde usted impartió clases...
Sí, hace ya muchos años [1964]. Siempre soñé con la idea de reconvertir esa estructura arquitectónica singular en un elemento de futuro. Ahora es uno de los grandes proyectos europeos, con instalaciones que van desde el Centro de Arte y Creación Industrial, hasta el centro tecnológico de Thyssen-Krupp. Luego está el centro Niemeyer de Avilés...
¿Qué hace su Gobierno para que los Premios Príncipe de Asturias se traduzcan en riqueza para la región?
La proyección que dan ya es una riqueza. Pero hace una década, y a eso ayudó mucho la Fundación, empezamos a ver cómo premiados y jurados se convertían en un activo en cualquier lugar del mundo. Son un capital para Asturias.
¿En qué otros sectores confía para salir de la crisis?
El turismo, por supuesto. Ya supone el 10% del PIB regional y 50.000 empleos. Pero sobre todo porque, con independencia de la crisis que, por cierto, estamos superando bastante bien, tiene un futuro extraordinario porque está basado en la calidad. Es un producto de futuro: no depende monográficamente de sol y playa, y da naturaleza, diversidad cultural, una gastronomía de primerísimo orden y muy profesionalizada y, sobre todo, sentido de hospitalidad y de acogida al visitante.
¿Qué opina sobre las campañas de turismo de Asturias basadas en el oso Yogui?
Inicialmente, jugaron su papel. La marca Asturias es positiva, genera simpatía y tiene un territorio muy cuidado rescatado de la vieja industrialización contaminante... Eso está conseguido. Pero ahora hay que dar otros ingredientes. Hay que enfocar las campañas hacia un mundo globalizado, donde el reconocimiento internacional se consiga porque junto a lo tradicional ofrezcamos capacidad de sorpresa y diversificación de alicientes. Vamos a hacer una gran campaña con esas características con el Presupuesto de 2010. Es la otra Asturias, y tiene que ser reconocida.
Entonces, el turismo y el ratón van bien. ¿Y el carbón?
Es verdad que ha disminuido. Y que en muchos países europeos está ya liquidado. Nosotros vamos a defender la persistencia del carbón en nuestro plan energético dentro de un mix en el que pierde peso pero sigue teniendo un papel importante, y, sobre todo, acompañado de las tecnologías de secuestro y almacenamiento del CO2.
Pero se dice que esas tecnologías no van a estar listas hasta 2018...
Van a llegar antes. Hay mucho carbón en el mundo. Y se equivocan los que creen que va a desaparecer radicalmente. Se necesita un tránsito razonable. Estamos haciendo un gran esfuerzo para minorar emisiones con el cambio a centrales de ciclos combinados a gas. La regasificadora de Gijón es el núcleo de esto. En Asturias se está produciendo un cambio de modelo energético. Estamos combinando un mix que camina hacia un mayor peso de las renovables y del gas, y cierta contención del carbón. Pero el carbón tiene que tener vida, no puede ser suprimido radicalmente, porque no pueden caer los territorios en que está.
Las comarcas mineras afectadas por la reconversión del carbón han recibido unos 1.600 millones desde 1998 hasta 2005. ¿Se han invertido bien?
Han sido inversiones muy eficaces, aunque algunos proyectos han sido tan sumamente complejos por su ambición que se han implantado con retraso. A finales de año se inaugurará el túnel entre montañas de Rañadoiro, en el suroccidente, una parte de la línea entre Oviedo-La Espina y Ponferrada, en León, a través de la Cordillera Cantábrica.
La Comisión Europea busca nuevos indicadores, además del PIB per cápita, para adjudicar los fondos de cohesión. De cara a las Perspectivas Financieras de 2013 se ha filtrado un documento que incluye criterios desfavorables para Asturias, como la concentración de población en base a criterios de competitividad. ¿Esto le preocupa?
Es una gran batalla que acaba de empezar. Pero ¡ojo!, es muy importante posicionarse desde los primeros documentos. Porque si permites que avancen te pueden dejar fuera de juego. Las políticas de cohesión tienen una vocación regional clarísima. Porque si las eliges como una mera política de solidaridad todas las ayudas irían a los países del Este. Sería un retroceso tremendo. Para eso no se hizo el esfuerzo de introducir en el Tratado de Lisboa las políticas de cohesión territorial. Confiamos en que la Presidencia española de la UE sirva para hacer un papel orientador de estos enfoques ante la Comisión.
¿Por qué Asturias no ha aprobado aún el Presupuesto para 2010?
Estamos hablando con nuestros socios de Gobierno para tratar de conseguir un acuerdo. Todos los Presupuestos en estas etapas son difíciles, y si estamos en un Gobierno de coalición, pues más. Confío en que la coalición IU-Bloque por Asturias-Los Verdes sea coherente con su vocación de dar estabilidad de cuando se sumó al Gobierno [hace un año].
¿Cuál es la arquitectura del Presupuesto?
En primer lugar, mantener el alto ritmo inversor, acudiendo al máximo legal de endeudamiento, el 2,75% del PIB. Lo agotaremos hasta el entorno de los 650 millones. Podemos porque la ratio de endeudamiento es relativamente baja. Vamos a fortalecer las inversiones productivas, hasta 1.200 millones, cifra similar a la del año asado. También vamos a mantener la protección social. El tercer elemento, que genera tensión, es el ahorro del gasto corriente. Eso hace que haya minoraciones muy importantes en algunos capítulos. Hemos congelado los salarios de los altos cargos y para los funcionarios nos hemos acogido al acuerdo estatal del 0,3%. El ajuste afecta a algunas consejerías y espero que nuestros socios de Gobierno comprendan que se pueden mantener esos objetivos. Tenemos poco tiempo para cerrar el acuerdo y creo que estamos en condiciones de hacerlo.
Asturias tiene una pirámide de población envejecida. ¿Se resuelve el problema con la Ley de Dependencia?
Es uno de los puntos fuertes y débiles de Asturias. Fuerte, porque la comunidad aumentó su esperanza de vida de manera espectacular el último siglo. En Asturias es hoy de las mayores de toda Europa. Eso es positivo. Pero genera a la vez problemas: que la población activa se resiente y, luego, que se genera mucho gasto en los sistemas sociales. El problema nos sitúa ante un reto de futuro. Debemos analizar la salud de nuestro sistema de pensiones con horizontes más amplios. Son problemas que deberían suscitar un verdadero pacto de Estado y con urgencia. Y trascienden incluso al debate de financiación autonómica.
La financiación local también está pendiente, ¿es partidario de que parte del presupuesto regional pase a las arcas municipales?
En la estructura actual de distribución del gasto lo veo imposible. A las comunidades se nos han transferido unas competencias y para desarrollarlas se nos ha dado un marco tributario. Si hay una redistribución del gasto público y se traspasa a las entidades locales parte de las competencias, entonces sería posible. Porque sería lógico darle a las entidades locales mayores instrumentos tributarios. En cualquier caso, esto corresponde a la Administración del Estado central. Nosotros, con vocación municipalista, en el Presupuesto de 2010 incluiremos un Plan de Inversión Local con unos 111,5 millones para descargarlos de tensión inversora y que puedan dirigir sus fondos a gasto corriente.
¿Está plenamente satisfecho del acuerdo para el nuevo modelo de financiación autonómica?
Es mejor que el anterior. No satisface al cien por cien, pero reconoce parámetros, como la influencia del envejecimiento y la dispersión de la población, que antes no se ponderaban adecuadamente. Pero no satisface todas las necesidades de unos sistemas públicos que crecen por encima del PIB, y eso es un problema que habrá que abordar.
¿La gran preocupación es si el nuevo modelo es sostenible en el tiempo?
Yo creo que sí. El PP hizo un juego político de rechazo en el Parlamento, pero en el fondo sus presidentes lo aceptan y lo van a firmar. Porque el marco de negociación es multilateral, pero el último acuerdo es bilateral, y yo creo que lo vamos a firmar todos.
En el año 2000 se produjo un episodio de discrepancias por el que usted desbancó de la presidencia de Cajastur a Manuel Menéndez, que volvió al cargo cinco meses después. Ahora, la toma de Caja Castilla-La Mancha (CCM) por Cajastur, que usted bendice, se presenta como ejemplo de la "Asturias competitiva". ¿Cómo conjuga ambas cosas?
En la primera legislatura tuvimos un conflicto importante que, afortunadamente, quedó superado en el mismo año 2000. Cuando suceden esas cosas, que no hay que olvidar que existieron y fueron de entidad, la política demuestra que hay que saber superar las dificultades y, rápidamente, mirar hacia el futuro. Tuvimos discrepancias no sólo en el ámbito de la caja, sino también en el político. Pero el congreso del Partido Socialista en el propio año 2000 superó esa situación y desde entonces, que no ha llovido poco, en Asturias ha hecho un ejercicio notorio de unidad y superación del problema. Es ya agua pasada y no mueve molino. Y la Caja de Asturias ha estado bien gestionada. Nosotros somos absolutamente respetuosos con la entidad en el ámbito institucional y, a partir de la superación de aquel conflicto, hemos mantenido una relación muy respetuosa y muy positiva con los representantes de la caja, su presidente y su director general. En este tema, el Gobierno de Asturias sigue teniendo competencias para autorizar las fusiones y las inversiones...
¿Cómo analiza la operación de CCM en concreto?
He calificado el proceso de manera muy positiva para todas las partes, y no es una frase protocolaria. Todas las partes son Asturias y Castilla-La Mancha. Con toda la reserva y confidencialidad exigida por el Banco de España, nosotros conocemos la operación. He tenido conversaciones con el gobernador [Miguel Ángel Fernández Ordóñez], con el staff directivo de Cajastur, y con mi colega presidente de Castilla-La Mancha [José María Barreda, del PSOE], así que hago esta afirmación con rigosi Cajastur no hubiese tomado CCM, esta tendría unas enormes dificultades para sobrevivir. Hemos analizado la operación y la valoro muy positivamente.
¿Por qué?
Cajastur ha demostrado ser una de las cajas más profesionalizada, solvente y mejor gestionada. Y ha hecho una oferta inteligente. Tenía una ficha bancaria [Liberta] que permite no ligar los riesgos de la operación a la entidad base, y a través de esa ficha actúa en CCM, dándole la oportunidad de que siga su marca, su obra social, etcétera y, por tanto, respetando su identidad. Además, ha planteado una oferta que exigía mayores garantías que las inicialmente establecidas, y que eran necesarias para que la operación fuese absolutamente solvente y, en el futuro, lo sea la propia CCM, y no contaminase el buen funcionamiento de Cajastur. El impositor, que es lo que importa, sabe que ahora tiene una entidad que garantiza la solvencia de lo que ha resultado de esta absorción parcial, que no es estrictamente una fusión. Por eso no nos afecta la aplicación de la Ley de Cajas, pero vamos a autorizar las inversiones a través del trámite que corresponda.
¿Ve a Cajastur próximamente en más operaciones en el sector?
Nunca se puede decir, pero creo que están exclusivamente centrados en la operación con CCM. Pero nosotros hemos respetado siempre la independencia de la entidad para tomar decisiones. Y, bueno, todos hemos aprendido de la vida... En definitiva, para los castellano-manchegos y para todos los que tienen sus depósitos en las cajas es una verdadera garantía que Cajastur entre en CCM, actuando en un ámbito exclusivamente profesional y, sobre todo, aportando su solvencia y saber hacer. Como reflexión sobre este tema quiero decir que, desde el año 2000, si algo hemos aprendido todos es a dejar Cajastur al margen del debate político. Y esto lo hemos aceptado todos como regla de juego.
En infraestructuras se ha avanzado, pero hay una demanda generalizada para que al Aeropuerto de Asturias vuelen más compañías que Iberia. ¿Qué piensa hacer?
El aeropuerto de Ranón mejoró muy por encima de las previsiones de AENA. Pero se notan los efectos de la crisis y del tren de alta velocidad [llegará a Asturias en 2012], que empieza a quitar pasajeros al avión. Sin embargo, es verdad que Iberia casi lo monopoliza. Queremos introducir más competencia porque sabemos que hay demanda para que sean viables más vuelos, particularmente con Madrid e internacionales.
Ryanair negocia con el aeropuerto de León para captar también viajeros de Asturias...
Están en su derecho. Si piden muchos millones y se los dan, pues muy bien. Nosotros no estamos en condiciones de darlos. En las exploraciones con Ryanair, hace tiempo, estaban fuera de nuestro alcance. Tampoco nos gusta que una empresa de bajo coste lidere el aeropuerto, porque tienen una volatilidad extraordinaria. Ya hemos tenido la sorpresa de ver que EasyJet, con ocupaciones de más de 80%, se fue de Asturias. La comunidad no puede hacer que el dinero público sea el que haga viables los vuelos. El dinero público debe ir a elementos promocionales.
¿Están negociando con alguna empresa para que vuele a Asturias?
Con varias: Vueling, Spanair, Air Nostrum, que también quiere reorientar alguno de sus vuelos; con Air Europa, con EasyJet... Antes de fin de año creo que vamos a anunciar la implantación de alguna aerolínea nueva que operaría a partir de Semana Santa.
La ampliación del puerto del Musel, en Gijón, ha disparado su presupuesto. ¿Corre peligro la obra?
Cuando con el anterior equipo del Ministerio de Fomento se detectó el incremento de costes, se analizó la situación y se determinó el nuevo coste. Una vez examinado el asunto desde el punto de vista jurídico, se decide seguir adelante con el modificado tras pedir autorización a la Unión Europea.
Pero hay una denuncia en contra de la obra de Los Verdes, sus socios de Gobierno...
Sí, hay un debate político en Asturias que contamina todo el tema. Pero llevamos muchos años luchando por la ampliación de El Musel como uno de los grandes proyectos de futuro de Asturias. Para ello hemos obtenido un acuerdo muy ventajoso apoyado por el Gobierno de España para financiar todo el modificado con financiación propia del puerto, mediante un crédito [de 215 millones] por un periodo de 37 años con siete de carencia, que cubre todo el coste hasta el fin de las obras. El Musel generará así muchos más recursos.
¿Cree adecuada la política del Gobierno central para sacar a España de la crisis?
Toda crisis provoca una erosión en los Gobiernos de turno. He de decir que en Asturias esta no es la peor que hemos pasado. Aunque actúa, resistimos mejor que en otras porque estamos mejor preparados, tenemos una economía mucho más productiva y hemos tomado medidas. Tenemos datos de empleo y de funcionamiento de la economía que nos permiten decir que resistimos mejor y podemos salir de los primeros.
Pero yo le preguntaba por las medidas del Gobierno de España.
No sería justo reivindicar que el Gobierno acertó plenamente, porque se cometieron errores en la predicción, como los ha cometido todo el mundo. Pero también se está tratando injustamente. Cuando el Gobierno dice que va a mantener el diálogo social y practicar políticas sociales, se cree que lo hace por alineamiento ideológico socialista. Y es verdad. Pero también es una política con una influencia económica muy importante. Y es que un país sin crispación social, en el que los sindicatos con gran responsabilidad saben que se está haciendo el máximo esfuerzo para proteger a los colectivos más desfavorecidos, es una garantía. La crispación social haría la situación insostenible. De esto conozco algo porque las primeras grandes crisis en Asturias las vivimos con una conflictividad extraordinaria y, créame, que no es lo mismo. El Gobierno está haciendo frente a la situación en un contexto en el que tiene que cambiar el paradigma del desarrollo económico de muchos años. Y eso no se improvisa. Cuando llegué en 1999 al Gobierno del Principado, Asturias lideraba el ranking de desempleo en España y crecía tres puntos menos, ¡tres puntos menos, eh, no tres décimas! En diez años hemos generado 126.000 empleos, más que los 100.000 perdidos en la década de los ochenta-noventa. Pero han sido diez años, una época extraordinaria en la que hemos cambiado el paradigma de nuestra economía. Y en España, el fin de la dependencia del sector residencial tiene que llevar a un proceso de transición.
¿Cuándo va a alcanzar Asturias la renta per cápita media de la UE?
Antes de la crisis estábamos en el 97% de la renta media de Europa. Pero Asturias seguramente estará en convergencia a final del año 2012.
Está usted en buena sintonía con el Gobierno de Zapatero ¿No tiene ninguna reclamación desde Asturias?
Más que reclamaciones, pido continuidad de acciones... y algunos apoyos. Agradecemos su apuesta enorme porque comunidades del Noroeste Peninsular. Estaba muy abandonado. Pedimos que nos ayuden a culminar las grandes infraestructuras que acaben con el aislamiento secular de Asturias. El Presupuesto de 2010, en medio de una carencia que reconocemos, continúa esas inversiones.
¿Y relacionado con la Presidencia española de la UE que empieza en enero?
Sí. Tenemos tres o cuatro sensibilidades muy importantes. Primera, que en las políticas marítimas integradas europeas se implante una estrategia para el arco Atlántico, como lo hizo el Báltico y está articulando el Mediterráneo. Es el tipo de estrategias que estamos desarrollando en El Musel; son marítimas, pero también logísticas, energéticas, medioambientales, turísticas... Otra petición tiene que ver con el cambio de modelo energético. La planta de regasificación de El Musel va significar más de 3.000 millones de euros de inversiones privadas en el ámbito energético, pero necesitamos la evacuación de energía... Le pedimos al presidente del Gobierno que se despeje cuanto antes la construcción de la línea Lada (centro de Asturias)-Velilla (Palencia), paralizada hace mucho. En tercer lugar, pedimos apoyo para cambiar la orientación del documento que diseña la Comisión Europea para las Perspectivas Financieras de la UE para 2013. Sobre todo en el tratamiento de las políticas de cohesión, en las que estamos de acuerdo en las prioridades, pero no en la metodología, que perjudicaría a Asturias. Y lo mismo aplicado a la Política Agrícola Común (PAC).
Vamos a pedirle a José Luis Rodríguez Zapatero que nos ayude a sacar esas cosas adelante. Estoy convencido de que será un semestre de presidencia europea intenso. Voy a estar muy activo durante la Presidencia, porque hoy la política española tiene que hacerse también en Europa.
¿Qué le parece que desaparezcan las cuotas lácteas?
Buscaban una situación de mercado aceptable. Pero están teniendo lugar problemas muy graves, como la baja del precio de la leche, que hace ruinosa la explotación para muchos No podemos permitir que desaparezcan las ayudas sin lograr, al menos, periodos transitorios.
¿Cómo ve a Fernando Alonso en Ferrari?
Bien. En Asturias, por Fernando Alonso tenemos pasión. Es uno de esos personajes que nos ha ayudado a situar la imagen de Asturias en el mundo. Pero la estrategia es de exigencia también, de "te reconocemos, pero tú también te implicas más". Somos muy prudentes y en la relación con él nos hemos limitado al ámbito del deporte. Tenemos un gran proyecto en obras, el circuito Fernando Alonso, en La Morgal (entre Oviedo, Gijón y Avilés), un complejo de educación vial, con pista de competición de Karts, y un museo Fernando Alonso. Un complejo de gran atractivo en el que tenemos depositadas muchas esperanzas... Lo visitamos hace poco, lo que pasa es que yo no me doy paseos en coche con él, eso ya lo hacen Gabino [De Lorenzo, alcalde de Oviedo, del PP] y Camps [Francisco, presidente de la Comunidad Valenciana].
¿Esa instalación la inaugurará usted en 2010?
Yo creo que sí.
¿Y si se retrasara un poquito, hasta después de las elecciones de 2011, podría optar a inaugurarla?
Eso ya no lo sé. Ya sabe que los contratos electorales son de cuatro años y que el Partido Socialista tiene calendarios muy rigurosos de cumplir. Zapatero ya dijo que después de la Presidencia europea se podría hablar de estas cosas.
Cuándo va a decidir si se presenta a las elecciones autonómicas por cuarta vez. José Blanco ha confirmado recientemente que Zapatero se presentará por tercera vez.
En la última fase del mandato. Con la cantidad de tarea que hay para un Gobierno, como abras debates a mitad de legislatura sobre el tema sucesorio se van todas las energías en eso. Yo me encuentro con mucha fuerza. He trabajado toda mi vida al mismo ritmo.
"Mi ambición política está absolutamente colmada". Esta frase suya ¿qué quiere decir?
La ambición política no la ligo necesariamente con el poder. En cuanto a Zapatero, yo lo veo como el candidato natural y lógico del Partido Socialista en las próximas generales. Es joven, tiene un liderazgo clarísimo en el partido, tiene ganas y fuerza, y cuando hay una gran crisis como esta hay que aguantar el tipo. Estoy convencido de que va a ser el candidato del PSOE.
El PP vive una algarabía nacional como pocas, ¿qué opina?
El PP tiene un problema de liderazgo importante que, por mucho que intenten recomponer, percibe la ciudadanía. Hay fenómenos que no quiero ni pensar qué pasaría si ocurriesen en el PSOE. Por muchos esfuerzos que hagan para intentar cohesionarse, tienen serios problemas y lo van a tener difícil. Y, desde luego, en Asturias, todavía tienen que buscar alguien que lidere un proyecto con capacidad de ganar. Afortunadamente, yo llevo desde mi responsabilidad política seis legislaturas, tres en el Ayuntamiento de Gijón y tres en el Principado, en las que los ciudadanos han depositado la confianza, primero, en el partido que represento, y, segundo, en las personas. Estoy muy satisfecho de esa confianza y, en Asturias, me siento sobre todo muy satisfecho de haber contribuido a transformar positivamente la tierra en la que vivo. Ha sido un trabajo muy colectivo. Y, siempre lo digo, no es un problema de los Gobiernos, sino de la sociedad en su conjunto, que sabe articularse y construir colectivamente y superar sus problemas. Es necesaria menos crispación, al menos un bloque de temas en los que provoquemos políticas de Estado y, luego, la natural diferencia política en otras muchas cosas. Pero creo que España tiene todavía déficit para solucionar problemas en conjunto, algo que en Asturias en un momento dado pudimos hacer, sobre todo, con la importante concertación social que mantenemos desde 1999. Pero en España habría que hacer un esfuerzo para construir juntos.