Europa mantendrá una postura común para las ayudas a Opel
Los países de la UE han aprendido la lección de la fallida operación de venta de Opel a Magna y mantendrán una postura común frente a General Motors ante la reestructuración de Opel. Todo parece indicar que la multinacional estadounidense presentará su plan para la compañía alemana esta misma semana.
Propósito de enmienda en las sedes de los gobiernos de la Unión Europea. Tras la fallida operación de venta de Opel al fabricante de componentes Magna, y los recelos que despertaron las ayudas ofrecidas por Berlín entre las restantes capitales del continente, los ministros de Industria de los países con plantas de Opel, reunidos ayer en Bruselas, llegaron a un acuerdo para dar una respuesta conjunta al plan de reestructuración de General Motors.
"Hemos acordado que ningún país se reúna de forma unilateral con la empresa" hasta que la multinacional de Detroit no presente el programa de reestructuración para una compañía que da empleo a unas 54.500 personas en el continente, según explicó tras la reunión el presidente de la región belga de Flandes, Kris Peeters. Las decisiones que se tomen acerca de eventuales ayudas se deberán basar en criterios "estrictamente" económicos, según un comunicado lanzado ayer por la Comisión Europea. Los ministros y defendieron también que el apoyo financiero a GM no incluya "condiciones no comerciales" sobre la localización de las inversiones u otras medidas sobre la distribución geográfica de la reestructuración.
GM tiene previsto presentar a finales de esta semana su plan de reestructuración al comité de empresa europeo, y los países de la UE con fábricas de la empresa analizarán los detalles en una reunión con la Comisión Europea que se celebrará el 4 de diciembre en Bruselas.
El presidente interino de Opel también mantuvo contactos con los ministros ayer en Bruselas, a los que explicó en términos generales el plan de saneamiento. "No estamos influenciados por ningún gobierno ni ayuda", se esforzó por aclarar Reilly tras el encuentro, en el que confirmó que el coste de la reestructuración ascenderá a unos 3.300 millones de euros, de los que parte saldrán de la matriz y otra parte de ayudas estatales. "No creo que los Gobiernos sean reticentes a las subvenciones de estado si se respetan las normas comunitarias", aseveró.
Porsche pacta con sus acreedores
El fabricante alemán de deportivos Porsche anunció ayer en un comunicado que ha alcanzado un acuerdo con sus acreedores para sustituir la línea de crédito de 10.750 millones de euros por otra nueva de 8.500 millones. La corporación señaló que la nueva línea de financiación parte de los mismos bancos prestatarios y se distribuirá en tres partes, con unas condiciones de devolución que oscilan entre los dos y los tres años y que reducen los intereses.La modificación de la deuda era uno de los requisitos establecidos por los consejos de supervisión de Porsche y de Volkswagen para la aprobación de los contratos de ejecución que regulan el acuerdo para la fusión de ambas compañías, que podría culminarse a lo largo del año 2011.