Los fabricantes de coches creen que harán falta cinco años para recuperar el mercado español
Las matriculaciones de automóviles en España requerirán un plazo mínimo de cinco año para igualar los niveles de 1,2/1,3 millones de unidades que se consideran la velocidad de crucero del mercado automovilístico español.
Así se expresó el director general de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles (Anfac), Luis Valero. Valero condicionó este objetivo a que "la economía empiece a crecer a un ritmo más razonable, pues con desempleo y sin crecimiento, hay que aguantar el chaparrón".
Para este año, Anfac apuesta por un cierre de mercado de 950.000 unidades, cifra que, si bien mejora las previsiones iniciales de 800.000, está todavía muy lejos de los 1,5/1,6 millones de los mejores registros de la fase de expansión anterior a esta crisis.
También, en materia de producción, el directivo de Anfac opta por la cautela y se inclina por un cierre para este ejercicio de unos 2.150.000 unidades y una cifra similar para el que viene, anticipando que registros de tres millones de unidades se antojan lejanos y difíciles de volver a conseguir.
El gran animador del mercado este año, para Valero, ha sido el Plan 2000E de ayudas directas a la compra de coches, mientras que las ayudas de los países europeos han dinamizado la producción.
En cuanto al impacto de esta iniciativa en el mercado español, Valero apuntó que el efecto de ánimo en el consumidor ha mejorado los resultados, pero "las cifras todavía no dejan de ser malas porque la rentabilidad es catastrófica".
Valero, en este sentido, describió un factor de riesgo en del mercado español y es que "se está yendo a coches relativamente baratos, pero es un fenómeno que se arrastra en toda Europa y entre lo fabricantes empieza a predominar la idea de hacer coches más grandes en estructura, pero menos potentes y con prestaciones aceptables".
En los cambios de tendencia de los hábitos del consumidor, Valero advirtió de que "si la gente se acostumbra a estos precios bajos, el ajuste va a tardar mucho más en recuperar un nivel medio aceptable".
Sin embargo, los resultados globales de las ayudas superan con creces estos inconvenientes y se felicitó por la prórroga de las mismas para lo que queda de año y el próximo ejercicio. "La tentación de seguir reclamando ayudas la tenemos siempre, pero es verdad que España va a tardar más en su recuperación económica y, por eso, sería conveniente prolongar las ayudas", apostilló.
Luis Valero aludió a que la mejora productiva ha significado que de 50.000 trabajadores previstos en los EREs en los peores momentos del mercado se ha pasado en octubre a 26.000. "Con el instrumento de los EREs -dijo Valero- hemos podido pasar el año y algo parecido pasará el que viene".
Las relaciones de los fabricantes de automóviles con el Gobierno pasa por un buen momento, gracias a las medidas que hacia el sector ha tenido el ministro de Industria, Miguel Sebastián, y el interés que el ministro de Fomento, José Blanco, ha tenido en abordar la corrección de algunos desajustes logísticos.
Sin embargo, Valero acusó al Ejecutivo de no haber mostrado "voluntad política" de acometer reforma laboral alguna.
De los organismos institucionales alabó la mejora en los resultados de la accidentalidad vial, tras las medidas tomadas por la DGT, pero también acusó a este organismo de no ocultar afanes recaudatorios "excesivos".
Valero expuso sus dudas acerca de una fuerte deslocalización del automóvil en España, pues "en España no es tan fácil de hacer, no sólo por el coste social, sino porque las instalaciones están amortizadas y pueden seguir siendo rentables".
El director general de Anfac reconoció que el auge automovilístico del norte de África será beneficioso para el tejido industrial español por las mejoras logísticas en cuanto a suministros de automóviles acabados y de componentes a las fábricas que se instalen en la zona.