Los destinos esenciales en España
Eslava Galán propone un millar de lugares para ver una vez en la vida
Juan Eslava Galán siempre ha pensado que el dinero mejor gastado es el que se invierte en viajar, y que si el español estuviera más viajado, sería más tolerante y menos desdichado. El autor propone a los lectores un millar de momentos de felicidad en 1.000 sitios que ver en España (MR Ediciones), obra inspirada en el éxito internacional 1.000 sitios que ver antes de morir, de Patricia Schultz, aunque la suya, asegura, no se parece tanto a una guía de viajes y contiene una visión más personal.
En España no hay menos de 50.000 o 100.00 lugares interesantes, pero la lista se ha reducido a 1.060. Eslava Galán admite que puede que falten lugares, pero porque no los conoce, aunque no sobran. "Otra persona podría haber hecho una selección distinta. No se pueden meter todos, porque saldría una guía de teléfonos. Hay un poco de todo, paisajes, monumentos, fiestas, yacimientos interesantes", explica el ganador del Planeta 1987 por En busca del unicornio.
Eslava Galán, viajero precoz, ha acumulado abundante y curioso material en sus excursiones. Autor de siete libros de viajes (como El paraíso disputado o Viaje a los escenarios del capitán Alatriste), su intención ha sido hacer un libro práctico, y no estofar la obra con datos que se encuentran en internet o una guía de viajes. En vez de descubrir al maestro de obras de una catedral, prefiere destacar un capitel en el que aparece una escena sexual explícita.
En la selección hay cabida para todo: paisajes, fiestas, monumentos...
Es, además, una lista representativa del gusto del español medio, ése que no cede fácilmente cuando alguien le propone una ruta distinta a la que tenía en mente pero que cuando llega al lugar que le impusieron, capta sus ventajas y lo agrega a la lista de sus lugares favoritos.
Son más de 800 páginas parar leer en el sillón de casa y tomar nota de los sitios que al lector le pueden apetecer ver e ir a visitarlos. Entusiasta partidario de escapar del terruño, reconoce que como en casa no se está en ningún sitio, pero ese es precisamente uno de los placeres del viaje. "Uno se va de viaje una semana, y al regresar tiene la percepción de que lleva fuera un mes. Eso quiere decir que el viaje te alarga el tiempo y la vida. Qué mejor dinero que el gastado en viajes", opina el autor. Su fin de semana perfecto: una escapada a las ciudades renacentistas de æscaron;beda y Baeza, "ofrecen bellos monumentos y mejor cocina", o un paseo por Cazorla, el bosque más tupido de Europa. Por si no ha quedado claro, Juan Eslava Galán es de Jaén.
Experiencias
Hay muchos pretextos: arte, cultura, historia, paisaje, folclore... pero Juan Eslava Galán es consciente de que los españoles viajan para comer y beber. El autor ha tenido en cuenta las excelencias gastronómicas del lugar, "si las hubiera", matiza. Por eso, en alguna ocasión recomienda llevarse algo de casa. "Hay pueblos pintorescos que conviene visitar, pero clavan al turista. Lo mejor es llevarse un bocadillo y comérselo bajo un árbol".Eslava Galán ha procurado incluir los variados gustos de los españoles. A veces menciona una escena que presenció, un retazo de conversación que alcanzó a escuchar, una anónima opinión, una reflexión. Como cuando en Villalba (Lugo) le contaron la historia de los Andrade, que da nombre a la torre del antiguo castillo, revolucionarios que pedían "pesebre libre en los graneros del señor y levantarle las enaguas a la señora".El escritor se involucra y así cuenta al lector que la mejor pieza que compró en el mercadillo de los jueves de Sevilla (el de objetos de segunda mano más antiguo de Europa) fue una colección de cartas de los años cincuenta de un jesuita a una hija de confesión.