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Mercados

Los 12.500 tendrán que esperar

El Ibex cede un 1,24% semanal después de tantear los máximos anuales. Los expertos aconsejan cautela ante su incapacidad de resistir por encima de los 12.000 puntos

El miércoles, una corriente de optimismo inundó las Bolsas de todo el planeta. En Wall Street, el S&P 500, el Nasdaq y el Dow Jones superaron sus resistencias inmediatas. El Ibex, después de dos meses de constantes intentos, logró traspasar el mítico nivel de los 12.000 puntos por primera vez desde agosto de 2008. La maquinaria alcista parecía completamente engrasada. Pero no pudo ser.

"De momento, puede calificarse de una ruptura en falso. El escenario más probable es que vuelva al lateral. El soporte sigue donde estaba, en los 11.200 puntos, y la resistencia se sitúa ahora en el máximo intradía del miércoles, los 12.100 puntos", advierte un operador experto en análisis técnico.

El balance de la semana es incuestionablemente negativo. Pese a la euforia inicial, el Ibex ha cerrado en los 11.719,30 puntos, tras caer un 1,07% el viernes y un 1,24% en las últimas cinco sesiones. "Ha probado sus fuerzas frente a resistencias muy poderosas y de momento ha sido incapaz de aguantar por encima", sentencia Eduardo Faus, de Renta 4.

El objetivo del Ibex de medio plazo marcado por el análisis técnico (los 12.500 puntos) tendrá que esperar. El selectivo ha perdido incluso el soporte de los 11.868 puntos, formado en el hueco de escape alcista que dejó el lunes. La situación aconseja mantener la cautela de cara a los próximos días. "Por debajo de los 11.627, la estructura técnica se deterioraría y volvería a la fase lateral previa", según el departamento de análisis de Noesis.

Vuelven las dudas

La creencia de que la crisis ha terminado choca cada poco tiempo contra determinados datos, declaraciones o rumores. Y en niveles críticos, como los alcanzados esta semana, los inversores recogen beneficios. El viernes, el rumor de que Ucrania podría declararse en suspensión de pagos dio rienda suelta a las órdenes de venta en Europa. El Ibex, que además vivía sesión de vencimiento de opciones y futuros, llegó a retroceder un 1,22%. Era la una de la tarde.

Una vez desmentido el rumor, las caídas se moderaron, aunque la desconfianza se mantuvo por todo lo alto.

Jean-Claude Trichet, presidente del BCE, advirtió que todavía es demasiado pronto para dar por concluida la crisis. También adelantó que el organismo monetario irá retirando gradualmente las medidas extraordinarias de liquidez. De hecho, a partir del 1 de marzo del próximo año, el BCE exigirá más garantías a los bonos de titulización de deuda que los bancos presenten como garantía en las operaciones de refinanciación. Desde entonces, les exigirá dos calificaciones triple A, cuando ahora sólo les pide una.

El índice de referencia de la Bolsa española fue de los más pesimistas, aunque sus colegas europeos también cerraron en números rojos en la última sesión de la semana. El Euro Stoxx 50 cedió un 0,92%; el Ftse británico, un 0,31%; el Cac francés, un 0,82%; y el Dax alemán se dejó un 0,68%. En el Ibex, sólo ocho valores concluyeron la semana con subidas, que oscilaron entre el 2,24% de Red Eléctrica y el 0,07% de Abertis.

El mercado continuo movió el viernes 5.466,3 millones de euros, un 20% por encima de la media diaria de noviembre. El aumento se debió, en gran parte, a una operación en bloques por 2.392,3 millones de euros sobre Telefónica. La transacción, equivalente al 2,6% de su capital, se produce después de que la teleco abonara el 11 de noviembre un dividendo de 0,5 euros por acción. Fuentes del mercado apuntan que probablemente se trate de la recompra de acciones propia de una operación de lavado de cupón.

"Es cierto que el optimismo había tomado la delantera, pero la situación apenas ha cambiado de unos meses para acá", advierte Juan José Fernández-Figares, de Link. El experto afirma, no obstante, que ve complicado que se produzca una corrección intensa, pues "todavía hay mucha liquidez que busca el momento de meterse en Bolsa". Mercedes Camacho, de Omega IGF, señala que ahora la rentabilidad potencial respecto al riesgo de adentrarse en Bolsa no compensa.

Los resultados de Dell, publicados el jueves tras el cierre de Wall Street, también jugaron en contra de la renta variable. El fabricante de ordenadores ganó 37 centavos por acción en el tercer trimestre, frente a los 27 centavos estimados por el mercado.

Así, las pérdidas se impusieron el viernes. El S&P 500 cayó un 0,32% y, por tanto, volvió a cerrar por segunda sesión consecutiva por debajo del nivel de los 1.100 puntos. El Dow bajó un 0,14% y perdió el nivel de los 10.320 puntos, clave para mantener la tendencia alcista.

Curiosamente, al compás de los máximos anuales marcados esta semana en la renta variable, el oro también alcanzaba un récord histórico por encima de los 1.150 dólares por onza. El movimiento se explica por su correlación inversa con el dólar, por las compras llevadas a cabo por los bancos centrales y por la gran liquidez existente. Este último factor aclara también por qué el rendimiento de las letras a tres meses en EE UU se sitúe cerca del 0%, una situación que recuerda a la de diciembre de 2008, cuando llegaron a registrar rentabilidad negativa. En esa ocasión, los inversores buscaban un destino seguro para su dinero.

Los brókeres ganan un 41,6% menos

Las empresas de servicios de inversión (sociedades y agencias de valores, y gestoras de carteras) ganaron 214,8 millones entre enero y agosto, un 41,6% menos que en los mismos meses del año pasado, según publicó el viernes la CNMV. Las agencias sufrieron la mayor caída de los beneficios, del 90,1%.

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