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'Telecos'

El primer dividendo de la historia de Vivo lleva 55 millones a la caja de Telefónica

Vivo ha dejado de ser una promesa para convertirse en un activo rentable para sus dueños. Las pérdidas millonarias del líder brasileño del móvil se convirtieron en beneficios el año pasado. Ahora llega el reparto. Vivo pagará en diciembre el primer dividendo de su historia. A Telefónica le tocan más de 55 millones de euros.

La fusión de los activos de telefonía móvil de Telefónica y Portugal Telecom en Brasil creó un gigante operativo, pero también una empresa con mucho que integrar, invertir y gestionar. El crecimiento de los ingresos fue exponencial desde la alianza, firmada en 2001, y lo mismo sucedió con las pérdidas. Vivo encadenó seis años de números rojos, con la sola excepción de unos ligeros beneficios en 2006 provocados por el impacto fiscal de una reorganización societaria.

Desde que se rubricó la alianza, Vivo ha acumulado pérdidas superiores a 1.600 millones de euros, así que poco habían podido recuperar sus dueñas de su inversión. Salvo algún posible honorario por gestión o el pago de intereses de préstamos realizados, la única manera de conseguir fondos de una filial es con el abono de dividendos. Y ninguno se puede pagar si no hay beneficios en la última línea de la cuenta de resultados.

Pero después de ocho años, Telefónica y Portugal Telecom van a obtener finalmente fondos cuantiosos de su filial brasileña. Vivo revirtió el año pasado su tendencia y cerró 2008 con los mejores resultados de su historia. Fueron más de 146 millones de euros de beneficio, que se convertirán ahora en el primer dividendo de la compañía.

El próximo 30 de diciembre es día de cobro. Vivo repartirá no sólo parte de su beneficio del año pasado, sino también reservas. En total, serán casi 430 millones de reales brutos -unos 166 millones de euros- los que se desembolsarán. Como dueña del 50% de la compañía que tiene la mayoría del capital de Vivo, a Telefónica le corresponden más de 55 millones de euros del pago.

Este abono no será el último. Una vez que ha alcanzado el tamaño que buscaba -su cuota en telefonía móvil es del 30% tras sucesivas compras para aumentar de tamaño- y que ha desplegado la nueva red GSM, las inversiones y los gastos de Vivo han podido contenerse y la rentabilidad está aumentando. En los tres trimestres transcurridos de 2009, la filial acumula beneficios por valor de 230 millones de euros, bastante más que lo conseguido durante todo el año anterior.

El dividendo de Vivo, sin embargo, es muy reducido si se compara con el que aporta la otra filial que tiene Telefónica en Brasil, Telesp. La operadora de telefonía fija de São Paulo es la verdadera joya de la corona de la compañía española, con capacidad para pagar hasta 900 millones de euros de dividendo a Telefónica en su mejor año.

Con esta cifra, Telesp es la principal contribuyente a los fondos que cada año Telefónica repatría de sus distintas filiales en Latinoamérica. Ha habido ejercicios en que la cantidad ha superado los 2.500 millones de euros, aunque este número incluye honorarios por gestión, devolución de intereses de préstamos, dividendos e, incluso, la española suma la devolución del principal de créditos. El año pasado, la cuantía rozó los 1.840 millones, de los que 1.115 millones fueron dividendos. Por supuesto, la mayoría eran de Telesp.

El tesoro de Venezuela

Por muy elevadas que sean las cifras de dividendos procedentes de Brasil, su cuantía quedaría opacada si Venezuela diera permiso a Telefónica para sacar los dividendos que tiene acumulados desde hace años y que está intentando repatriar, sin éxito por ahora. Y es que Venezuela retiene dividendos de Telefónica por valor de 1.400 millones, que no pueden ser retirados sin aprobación de las autoridades del país.

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