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Masa monetaria e inflación en Somalia

Cuenta hoy algún periódico nacional que en Haradhere, el villorio costero somalí que acoge a los piratas que han secuestrado al Alakrana, los precios se han disparado un 1000% en bienes y servicios de lujo, como consecuencia de los fastos informales para celebrar el cobro de un rescate de 4 millones de dólares. ¿Tenía alguien dudas sobre la relación directa entre masa monetaria e inflación?. ¿Tras la grave crisis financiera de los dos últimos años, alguien albergaba aún alguna reserva sobre la importancia de la liquidez para que funcione la economía? Que vaya a Haradhere y lo compruebe ...

Ya se que no es una historia para la mofa; pero como es muy ilustrativa, la traigo a este comentario. Cuando un helicóptero soltó sobre la borda del Alakrana un fardo de billetes que contabilizaban cuatro millones de dólares (aún le queda al euro mérito internacional para desplazar al billete verde del mercado en este tipo de operaciones), no era consciente de los efectos de tal inyección de liquidez a coste cero en la primaria economía de Haradhere. La reactivación de las expectativas de la ciudadanía se disparó: en sólo 24 horas, siempre si lo que cuenta hoy un periódico nacional se ajusta a la verdad, un buen número de ciudadanos decidió casarse, y se desató una oleada de consumo centrado en bienes y servicios considerados de lujo.

Los comercios que tradicionalmente ofertaban azúcar, té, maíz o cecina, pusieron en sus rudimentarios estantes bebidas alcohólicas, y multiplicaron por diez el precio normal, elevando notablemente la actividad comercial. Los bucaneros que optaron por la vida libre en vez de por el prometido matrimonio, se dieron a las mujeres malas, y dispararon los precios de los servicios de la prostitución en no menos de un 1000%. Incluso se cuenta que se produjeron actos de extorsión de ciudadanos fuera de la ley a los piratas recien llegados del Alakrana, allí considerados héroes honorables.

Incluso el precio de las drogas más comunes se multiplicó sin causa aparente. Algunos de los bucaneros pagaron el material comprado a crédito y avalado con el cobro del secuestro, que bien podría ser troceado y titulizado para nuevas operaciones con subyacentes en alta mar. Todos los vicios humanos y financieros de la sociedad occidental afloraron en horas en un punto perdido el Indico por el simple hecho de que una inyección de liquidez desbordó las expectativas.

La inflación se desbocó por la presión de la demanda y la escasez de la oferta, y convirtió en más pobres todavía a quienes no habían estado en el Alakrana o habían tenido la suerte se ser invitados a sus bodorrios. Necesitan ya reformas estructurales que ensanchen la oferta, y un banco central que dispense un mínimo de disciplina monetaria a esta gente. Ya lo decía Serrat: "No hay historia de piratas / que tenga un final feliz/ Ni ellos ni la censura / Lo podrían permitir. /Por la espalda, en una esquina / la inflación los asesina".

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