La demanda de oro cae un 34% en el tercer trimestre
La demanda de oro, metal que cotiza en la actualidad en máximos históricos, cayó un 34% en el tercer trimestre del año con respecto al mismo período de 2008, cuando la eclosión de la crisis lanzó a los inversores a tomar posiciones en masa en este activo refugio.
A pesar de este descenso interanual, la demanda de oro alcanzó entre julio y septiembre las 800,3 toneladas, lo que supone un incremento del 15% con respecto al trimestre anterior, según el informe sobre tendencias del mercado publicado hoy por el Consejo Mundial del Oro (WGC, en sus siglas en inglés).
El consejero delegado del WGC, Aram Shishmanian, asegura que las cifras del pasado trimestre "muestran el repunte de la demanda del metal amarillo, tanto para su uso industrial como en joyería, en los últimos meses" e indican que "la recogida de beneficios que se observó a principios de año se ha reducido considerablemente".
En su opinión, la inversión en oro se mantendrá estable durante los próximos meses gracias a "la persistente incertidumbre sobre la recuperación económica, la inestabilidad de las divisas, los temores sobre la inflación y el interés de los inversores de diversificar la cartera".
De hecho, el directivo sostiene que los bancos centrales volverán a apostar por el oro como valor seguro ante la volatilidad que registra la cotización del dólar hoy en día.
A pesar de que el informe constata la caída de la demanda de oro con respecto al tercer trimestre de 2008, los precios de este metal han crecido un 10 por ciento desde entonces.
Sin ir más lejos, la onza de oro volvió a anotarse el miércoles su nuevo máximo histórico en 1.149 dólares y acumula una revalorización del 33 por ciento en lo que va de año.
Los expertos señalan que, a pesar de la caída total en la demanda, es la especulación sobre hasta dónde pueden llegar los futuros del oro la que está dirigiendo el rally alcista del metal.
Por sectores, el informe del WGC señala que entre julio y septiembre se observaron signos positivos en la demanda industrial de oro, en particular procedentes del sector de la electrónica, que supone un 70 por ciento de este segmento inversor.
En cuanto a la compra de oro con fines comerciales, entre los que se incluye la fabricación de monedas y lingotes, cayó un 31% respecto al tercer trimestre de 2008, pero repuntó un 11% en relación al trimestre anterior.
Por áreas geográficas, la demanda de oro en términos interanuales cayó en casi todas las regiones, con la excepción de la 'Gran China', que incluye a China, Hong Kong y Taiwán, donde creció un 10%.
Esto se debe, según los expertos, a que los inversores chinos han aprovechado más que nadie la debilidad del dólar para hacerse con el metal amarillo, a lo que se une que la economía del país no ha sufrido tanto la recesión como otras grandes potencias.
En la India, la adquisición de oro para la elaboración de joyas creció un 27% con respecto al segundo trimestre del año, aunque se situó un 42% por debajo de los niveles de 2008.
La demanda en Oriente Medio, por su parte, cayó un 34% interanual, en tanto que en EE UU se redujo un 17%.