El deporte profesional clama por un cambio
El sector pide centralizar la comercialización de derechos de TV.
El deporte profesional en España necesita un lavado de cara para adaptarse a los nuevos tiempos. Esta opinión es unánime entre los principales agentes del sector citados ayer en la sede del bufete de abogados Garrigues con motivo de la presentación del libro El Deporte Profesional. La reclamación más escuchada fue la centralización en la comercialización de los derechos audiovisuales de las competiciones deportivas, fundamentalmente del fútbol. El modelo es la Premier League británica, en la que la venta de los paquetes se lleva a cabo de forma colectiva.
El director general de Contenidos de Sogecable (empresa filial de Prisa, editora de CincoDías), reclamó "reglas claras" en este sentido, y defendió que es la Liga de Fútbol Profesional (LFP) la que debería centralizar la venta de estos derechos a través de una negociación colectiva que, no obstante, debería tener en cuenta "las excepciones que suponen el F.C. Barcelona y el Real Madrid". En su discurso, Álex Martínez Roig reclamó también claridad en las finanzas de los clubes de fútbol y respeto en las reglas económicas para acabar con lo que definió como "equilibrio inestable" y permitir que la competición y los clubes puedan crecer. "La LFP tiene que establecer el orden en el fútbol", sentenció.
El presidente de la Liga de Fútbol Profesional, José Luis Astiazaran, recogió el guante lanzado por el directivo de Sogecable y aseguró que el órgano rector de la principal competición futbolística en España está "deseando gestionar" la comercialización de los derechos del fútbol. "Sabremos optimizar los derechos de televisión", manifestó.
Maximizar ingresos
El primer ejecutivo de la productora Mediapro, Jaume Roures, se mostró por su parte de acuerdo con la afirmación de Martínez Roig acerca de la necesidad de que haya un solo interlocutor en las negociaciones para la comercialización entre la industria audiovisual y los estamentos deportivos. "Este parece ser el caballo de batalla", explicó en su alocución.
Roures, no obstante, aseguró que lo importante es que ver cómo se pueden maximizar los ingresos para los clubes y evitar que la diferencia entre los que más cobran y los que menos sea demasiado abultada. La actual Ley del Deporte data de octubre de 1990, y fue en la que se recogió la creación de las sociedades anónimas deportivas, en sustitución de los clubes (con cuatro salvedades: el F. C. Barcelona, el Real Madrid, el Athletic de Bilbao y el C.D. Osasuna). Roures se mostró en desacuerdo con la creación de las sociedades anónimas deportivas, incluidas en la anterior ley del deporte, a las que calificó de apaño, y reclamó que el deporte profesional esté separado de las federaciones nacionales, "que han de ocuparse de otros asuntos".
El secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, defendió en su discurso la necesidad de acometer una reforma profunda de la legislación deportiva, lo cual espera llevar a cabo con un "amplio consenso social y político" y defendió la creación de un "órgano de control económico independiente que garantice la solvencia, la imparcialidad y la transparencia".
El Congreso tendrá sus conclusiones en 2010
En la actualidad ya hay una subcomisión del Congreso de los Diputados que analiza la situación del deporte profesional en España y pretende proponer el camino que debe seguir la posible reforma de la Ley del Deporte de 1990. El portavoz socialista en el Congreso en materia deportiva, Manuel Pezzi, anunció ayer que los trabajos de esta subcomisión están a punto de finalizar y que durante el primer trimestre de 2010 podrán exponer sus conclusiones para un posterior debate de la Comisión antes de su llegada al Pleno del Congreso. El parlamentario explicó que en este foro hay consenso respecto del mantenimiento de la actual estructura de federaciones nacionales y se mostró partidario de la creación de un órgano de control y regulación "siguiendo el ejemplo de la Comisión Nacional de la Energía o de la CNMV".El representante del Grupo Parlamentario Popular, Francisco Villar, rechazó por el contrario la creación de un organismo de este tipo, dado que, estima, ya existen entidades que podrían asumir este papel, criticó la reforma fiscal que ha limitado la llamada ley Beckham y reclamó que los clubes funcionen como "una sociedad anónima normal". En lo que existe sintonía entre ambos partidos es en la necesidad de que haya una negociación colectiva de lo derechos audiovisuales. Tanto Villar como Pezzi restaron importancia al régimen jurídico de los equipos (bien clubes o bien sociedades anónimas deportivas), y defendieron que exista una cierta "flexibilidad".