Opel admite que estudia cerrar una planta y reducir un 25% la capacidad
El actual responsable de las operaciones del consorcio automovilístico General Motors en Europa, Nick Reilly, afirmó ayer que el plan de reestructuración que está diseñando para Opel podría contemplar el cierre de una planta de producción. "Todavía no hemos decidido el 100%", añadió el máximo responsable de la corporación en el continente.
Clausurar una factoría ya estaba en la agenda de General Motors antes de negociar la venta a Magna. Entonces, Bochum era la principal candidata. Además, la multinacional contemplaba vender a Mercedes Benz la factoría de Eisenach, que, al igual que Figueruelas, fabrica el Corsa.
El sustituto de Carl-Peter Forster al frente de GM en Europa confirmó que este plan de reorganización de sus operaciones podría contemplar el recorte de 10.000 puestos de trabajo. Al mismo tiempo, Reilly explicó que su compañía podría estar barajando la posibilidad de reducir entre un 20% y un 25% su producción en el continente como parte de un plan que tendrá un coste de 3.300 millones de euros. El directivo afirmó que los detalles sobre los recortes de empleo se conocerán más adelante y no aclaró qué proporción de la financiación provendrá de préstamos públicos.
Reunión el día 23
La Comisión Europea convocó ayer para el próximo lunes 23 de noviembre una reunión extraordinaria en Bruselas de los ministros de Economía e Industria de la UE para discutir sobre el futuro de la marca tras la decisión de General Motors de cancelar la venta a Magna.
La Comisión Europea ha pedido que el nuevo plan de reestructuración de GM para Opel se base únicamente en criterios económicos para garantizar la viabilidad a largo plazo de la compañía. Bruselas ha anunciado además que verificará que cualquier ayuda pública que concedan los Gobiernos de la UE al nuevo plan respete las normas europeas y no se use para imponer condiciones sobre la localización de las plantas o los empleos.