GM dice que la reducción de la capacidad en Europa no implica cerrar tres plantas
El directivo de General Motors Nick Reilly manifestó hoy en Londres que la empresa mantiene su idea de reducir su capacidad entre un 20 y un 25% en Europa, el equivalente a la producción de tres factorías, pero aseguró que esto no quiere decir que se vayan a cerrar tres plantas.
En una conferencia de prensa, Reilly explicó que la idea de la empresa es recortar 10.000 empleos en toda Europa y que por esta razón está realizando una gira por los países afectados para hablar de los planes de reestructuración de la firma, que previsiblemente estarán concluidos antes de que termine el año.
El directivo del gigante automovilístico informó de que GM está buscando hacerse con préstamos por valor de 3.300 millones de euros de los Gobiernos europeos para poder reestructurar la empresa y financiar los expedientes de regulación de empleo (ERE) que se apliquen.
Reilly, que se reunió con el ministro británico de Empresas, Peter Mandelson, y con representantes de los sindicatos, subrayó que esa cantidad es menor que los entre 4.000 y 5.000 millones de euros que requería el fabricante de componentes austro-canadiense Magna para hacerse cargo de la compra de las operaciones de General Motors en Europa.
GM decidió inesperadamente a principios de mes suspender la venta de las marcas Opel y Vauxhall a Magna, al conocerse los primeros datos de que el mercado automovilístico empieza a recuperarse.
Reilly habló del futuro de las factorías en suelo británico, donde emplea a algo más de 5.500 trabajadores, destacando el buen futuro del nuevo modelo Astra que se está fabricando en la localidad de Ellesmere Port y afirmando que en la planta de Cheshire existe la posibilidad de ensamblar modelos nuevos en el futuro.
Sin embargo, dijo que el futuro a largo plazo de la fábrica de Luton es menos seguro porque el acuerdo que tiene con la francesa Renault para fabricar furgonetas vence en 2013.
Reilly señaló que encontró una buena respuesta a la iniciativa de GM por parte del Gobierno británico y se mostró optimista sobre un eventual respaldo de la Unión Europea (UE).
"Necesitamos cerrar un paquete y espero que todos los Gobiernos, individualmente, estén preparados a contribuir en la misma medida que General Motors", indicó el directivo.
Reilly especificó que GM no está buscando una ayuda a fondo perdido, sino garantías de préstamos a devolver a los respectivos Gobiernos cuando mejore el mercado de la automoción.
Mandelson se declaró satisfecho por el hecho de que "GM haya vuelto a responsabilizarse de su producción europea".
"Todo indica que el nuevo plan traerá en breve estabilidad y mejorará las perspectivas de la producción a largo plazo", aseguró el ministro, quien añadió que el Gobierno británico está dispuesto a ofrecer la ayuda financiera que solicita General Motors.