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'Telecos'

Los fundadores de GVT acordaron la venta de su capital a Vivendi en plena opa

Telefónica seguirá buscando oportunidades para crecer en Brasil.

Vivendi no buscó a accionistas desconocidos ni a fondos propietarios de participaciones impersonales. Cuando decidió truncar la opa de Telefónica sobre la operadora brasileña GVT y arrebatarle la compañía, la francesa se dirigió directamente a quienes podían hacer de sus intenciones un movimiento ganador: los fundadores de la compañía, dueños del 29,90%.

Y fue escuchada. Swarth y Global Village Telecom se sentaron a negociar con Vivendi y decidieron apoyar a la francesa, pese a que a la oferta de compra formal de Telefónica discurría en esos momentos. Pero los dueños de GVT ya conocían a Vivendi. De hecho, habían llegado a un acuerdo con ella para vender sus participaciones en septiembre. En ese momento, fue Telefónica la que se cruzó en el camino de la francesa. Ahora ha sido al revés. Vivendi puso sobre la mesa 56 reales por acción, cuando la opa de la española era a 50,50 reales, y los fundadores de GVT no lo pensaron dos veces.

Con la propiedad del 29,90% del capital asegurada, Vivendi abrió el campo de búsqueda a todo el que estuviera dispuesto a vender. Compró otro 8% a 56 reales por título y adquirió opciones irrevocables por un 19,6% adicional a 55 reales por acción, según la información suministrada por la compañía de medios.

En total, reunió un 57,5% del capital de GVT. Y lo que hizo con él ya se conoce. Como informó CincoDías, el pasado viernes por la noche, la francesa acabó con las esperanzas de Telefónica y comunicó al mercado que el control de la operadora brasileña está en sus manos. Tal y como exige la legislación del país latinoamericano, Vivendi ha lanzado una opa a 56 reales por el resto del capital.

Telefónica no se esperaba que la francesa tuviera capacidad financiera para pagar 2.800 millones de euros por GVT, pero nunca estuvo del todo tranquila. La contraopa que se lanzó a sí misma lo demuestra: la española subió el precio de su oferta porque notó un fuerte volumen de negocio en Bolsa de GVT.

La apuesta de Telefónica por la operadora brasileña ha sido fuerte, pero no ha dudado a la hora de reconocer su derrota. "El precio de 50,50 reales por acción es el máximo que podíamos ofrecer teniendo en cuenta las sinergias entre Telefónica y GVT", aseguró Antonio Carlos Valente, consejero delegado de la compañía española en Brasil, tras conocer la victoria de Vivendi.

Pero eso no quiere decir que vayan a renunciar a crecer en ese país. En un comunicado enviado por correo electrónico, el ejecutivo señala que Brasil "es un mercado altamente estratégico". Telefónica seguirá buscando oportunidades de crecimiento en la nación, añadió, que es la de mayor potencial en telecomunicaciones de la zona.

GVT era la opción más clara y su pérdida es un duro golpe para la teleco española. Esta compañía hubiera dado a Telefónica presencia nacional en telefonía fija y banda ancha, algo que ahora no tiene, ya que su filial Telesp opera sólo en São Paulo. Pero hay otras compañías que operan en estos mercados que podrían ser adquiridas, aunque su cuota de mercado es muy inferior a la de GVT.

La cifra

2.800 millones de euros es el precio definitivo que se va a pagar por GVT. Esta cifra es un 33% más de lo que iba a pagar Vivendi en un principio.

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