General Motors Europa reconoce que el saneamiento de Opel requerirá ayudas públicas
General Motors Europa admitió hoy que el plan de reestructuración de las firmas automovilísticas Opel y Vauxhall requerirá ayudas públicas de países europeos, y también una contribución de los empleados.
La filial europea de la corporación norteamericana puntualizó no obstante que ha dejado claro que está dispuesta a realizar las inversiones necesarias en Opel, tras suspender los planes para vender la compañía al consorcio formado por Magna y Sberbank.
La multinacional estadounidense sale así al paso de las declaraciones efectuadas anoche por el ministro de Economía de Alemania, Rainer Bruederle, quien aseguró que General Motors no necesita ayudas para reestructurar Opel porque puede hacer frente a la financiación de su plan por sí misma.
Bruederle, en declaraciones a la cadena de televisión alemana ZDF, dijo que cualquier empresa puede pedir ayudas públicas al Gobierno alemán, siempre que se ajusten a la normativa vigente.
"Pero la nueva noticia es que el responsable del consejo de supervisión dijo que la empresa no necesita las ayudas porque puede ejecutar la reestructuración por sí misma", aseguró el ministro germano.
General Motors se comprometió ayer, durante una reunión con los Gobiernos europeos que albergan plantas de su filial Opel, a presentar el primer esbozo de sus planes de reestructuración a finales de noviembre o principios de diciembre.
Los planes definitivos estarán listos a finales de diciembre, mientras que el esquema financiero, incluyendo las ayudas públicas necesarias, no se cerrará hasta enero o febrero.