Aguirre tendrá la última palabra en las fusiones de Caja Madrid
La Comunidad de Madrid retendrá la decisión última sobre los procesos de integración que pueda acometer Caja Madrid. El Gobierno regional decidió ayer reformar la ley de cajas para preservar su capacidad de veto en caso de que la entidad participe en una de las conocidas como fusiones virtuales.
Esperanza Aguirre perdió la batalla por la presidencia de Caja Madrid, pero no está dispuesta a ceder ni un palmo de terreno en su capacidad de control sobre la entidad.
El Gobierno que preside decidió ayer incorporar a la ley regional de cajas los Sistemas Institucionales de Protección (SIP), una figura legal de integración que permite establecer "alianzas estratégicas" entre cajas. Son las conocidas como fusiones virtuales, y que, hasta la fecha, tan sólo están pensando utilizar varias cajas rurales, y Caja Navarra con CajaCanarias.
Con esta medida, el Ejecutivo autonómico pretende mantener la capacidad de oponerse a una alianza de Caja Madrid, aunque esta tan sólo fuera virtual.
El consejero de Economía y Hacienda de la Comunidad, Antonio Beteta, fue quien anunció ayer que el Gobierno regional ha aprobado el anteproyecto de ley de Medidas Fiscales y Administrativas para 2010, en el que se incluye la modificación de la ley de cajas para introducir esta figura legal. Fuentes de esta consejería recuerdan que en Andalucía ya se incorporó una disposición similar en su normativa.
En el caso de la Comunidad de Madrid, la normativa tan sólo afecta a la única caja de la región, Caja Madrid, a la que se le impone como requisito para incorporarse al sistema contar con autorización previa de la Consejería de Hacienda.
Un modelo en auge
Aunque hasta la fecha, las fusiones virtuales han sido una modalidad de integración residual, la actual coyuntura económica y las restricciones políticas a otras soluciones van a hacer que se extienda su uso.
Los primeros en romper el hielo en el sector de cajas fueron Caja Navarra y CajaCanarias, quienes trabajan a marchas forzadas para desarrollar su SIP y obtener el visto bueno del Banco de España. También Caja Inmaculada, Caja Rioja y La Caja de Canarias se han propuesto constituir un sistema de protección conjunto.
Las instituciones que lo están desarrollando defienden que esta figura reúne todas las ventajas de las fusiones normales (ganar tamaño, diversificar riesgos, etc.), al tiempo que evita sus desventajas (los recelos de las regiones a perder su caja de referencia).
Aunque Caja Madrid no ha aparecido en las quinielas sobre estas uniones virtuales, la fórmula es la que menos trabas políticas encontraría en caso de que la entidad absorbiera a una caja rival.
Otro ámbito en el que Aguirre quiere mantener su capacidad de veto es en el de las integraciones en las que participa el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). La normativa creada para este instrumento soslaya la competencia autonómica en las fusiones de cajas, en caso de que una de ellas haya sido intervenida. La Comunidad de Madrid, junto a otras tres, anunciaron que recurrirán ante el Tribunal Constitucional este precepto.
Asamblea ordinaria
Caja Madrid celebrará el próximo 30 de noviembre una asamblea ordinaria. En la primera asamblea del año, celebrada el 22 de junio, se aprobaron las cuentas anuales de 2008, dentro del plazo contemplado por la legislación vigente. La entidad no se ha retrasado, tal y como publicó este periódico ayer.