Más sindicato
La mayor apuesta colectiva que podemos hacer los trabajadores para afrontar la crisis económica y construir un futuro mejor es organizarnos y hacer más sindicato. Ese es el sentido del lema elegido para el 25 Congreso Federal de MCA-UGT, que se celebra del 11 al 14 de noviembre en Pamplona.
Durante sus tres largas décadas de hegemonía mundial, el neoliberalismo ha hecho de los sindicatos una de sus principales dianas y su mejor herramienta ha sido una eficaz estrategia comunicativa orientada a difundir la idea de que son estructuras inútiles que sólo defienden a sus afiliados. La desestructuración de las grandes empresas, el empleo temporal y la precarización o la expansión de una cultura individualista, no han hecho sino abonar dicha estrategia.
Frente a ese discurso antisindical del neoliberalismo -que debería haber caído en desgracia tras el desastre que la aplicación de sus teorías ha causado en la economía mundial-, nuestro 25 Congreso reivindica que cuanto más nos organicemos los trabajadores y cuanto más poder de negociación tengamos los sindicatos, mejores serán las condiciones de trabajo que podremos conseguir. Nuestro mensaje es claro: la mejor apuesta colectiva de los trabajadores para afrontar la crisis y construir otro futuro mejor para la mayoría es organizarse y hacer más sindicato.
¿Para qué? En primer lugar, para afrontar la crisis. No puede ser de otro modo. Las medidas puestas en marcha por el Gobierno, tanto para aumentar la protección social como para estimular la economía, han respondido precisamente a demandas sindicales. Así ha sido y así lo debemos seguir haciendo, porque no se podrá hablar de reactivación de la economía mientras no se vuelva a crear empleo. Pero no nos basta sólo de recetas para afrontar la crisis. Queremos ir más allá, plantear las cosas con perspectiva. Tenemos la obligación de enfrentarnos a la crisis pensando en ese futuro, y sentar las bases para un nuevo crecimiento económico.
Lo decimos con la legitimidad de quienes hemos planteado mucho antes del estallido de la crisis que era necesario dar un giro hacia otro tipo de crecimiento económico. Ahora nos vemos obligados a convertir esta crisis en oportunidad y por eso, una vez más hablamos de crear las bases de ese nuevo modelo de crecimiento que sólo puede venir a través de un desarrollo industrial sostenido y una verdadera política industrial.
Para desarrollar ésta y otras ideas básicas, nuestro 25 Congreso centrará su foco, como no puede ser de otro modo, en el empleo, y definirá cuatro ejes principales -política industrial y energía; infraestructuras y vivienda; salud laboral y medio ambiente, e igualdad e inmigración- en torno a los cuales girarán la mayoría de nuestros debates y propuestas.
Sabemos que poner en marcha estas propuestas, que giran en torno a ese nuevo modelo de crecimiento económico, supone abordar reformas muy profundas que afectan a los mecanismos de distribución de la renta, al papel del sector público y el empleo y a todo el sistema formativo, y al Estado del bienestar en su sentido más amplio. El momento requiere por lo tanto visión de Estado y compromiso con el futuro del país, y también sabemos que para ese nuevo modelo no sirven las recetas simplistas que algunos vuelven a proponer reiteradamente en forma de reducción de salarios, de derechos sociales, y de impuestos? Insistir en esas recetas es reincidir precisamente en un modelo que ha llevado a que nuestra economía sea más débil e inestable que las de nuestro entorno.
Nuestro país requiere cambios trascendentales y urgentes, pero éstos no pueden consistir en el abaratamiento de los costes laborales y en la reducción de derechos sociales, tal como reclaman algunos sectores de la CEOE.
La crisis no tiene su origen en el mercado laboral y, por tanto, la solución no puede provenir de reformas laborales que únicamente servirían para acelerar la destrucción del empleo, al igual que la reducción de impuestos y cuotas sociales sólo provocaría el deterioro de los sistemas públicos de protección social, la reducción del gasto social y el debilitamiento de los servicios públicos. Sin duda hay muchas cuestiones que debatir para poner en marcha esos cambios, pero el tiempo de las respuestas se acorta. Lo que nuestra economía requiere es más demanda efectiva, más capital social, más innovación, más formación profesional y más igualdad.
Manuel Fernández López, 'Lito'. Secretario general de Metal, Construcción y Afines de UGT (MCA-UGT)