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Actividad

Una red europea que inspire el espíritu empresarial femenino

La Comisión lanza una campaña para acabar con la baja participación de la mujer en los nuevos proyectos

La tendencia hacia la igualación de las condiciones laborales entre hombres y mujeres no debe limitarse al trabajo asalariado. Uno de los objetivos de la Agenda de Lisboa es el de alcanzar el año que viene una tasa de empleo femenino del 60%, pero la Comisión Europea es consciente de que la cuenta ajena no es la única vía de integración laboral, y por ello está fomentando la participación femenina en la creación de empresas. La última medida en este ámbito ha sido el lanzamiento de la llamada Red de Embajadoras del Empresariado Femenino, cuya misión es compartir con otras mujeres su experiencia de primera mano en proyectos empresariales.

El lanzamiento, realizado en Estocolmo, contó con la presencia de 150 embajadoras escogidas entre toda Europa. La red surge a imagen y semejanza de la existente en Suecia, el país que preside la UE hasta que el 1 de enero le dé el relevo a España. El gobierno nórdico ha designado a cerca de 800 embajadoras para animar a otras mujeres a dar el salto. Como en muchas otras materias, Suecia manda las estadísticas europeas al respecto: las mujeres lideraron el 32% de los nuevos proyectos el año pasado, y el objetivo es alcanzar el 40% en 2010. Hablamos, claro de un país en el que la cuarta parte de las empresas están dirigidas por mujeres, un nivel impensable para los países del sur.

Según la Comisión, el lanzamiento de la red representa una oportunidad de inspiración mutua entre las distintas embajadoras. En la sesión inaugural, varias de las empresarias presentaron al resto sus proyectos empresariales que ya son una realidad: desde una distribuidora a domicilio de comidas sin elaborar hasta una centralita que hace las veces de secretaria personal para diversos clientes.

Sólo un 5% de las europeas adultas son empresarias, medio punto más que en 1990

Carin Holmquist, profesora de la Escuela de Economía de Estocolmo, señala que, en el conjunto de la Unión Europea, el 5% de las mujeres son empresarias, un porcentaje que ha aumentado en medio punto desde 1990. Sus motivaciones, explica Holmquist, son la búsqueda de la libertad y la realización personal, y la posibilidad de conciliar el trabajo con la vida familiar.

El papel tradicional que la sociedad otorga a la mujer, centrado en el cuidado de la familia, supone una traba para su acceso al mercado de trabajo. Para compaginar las responsabilidades familiares con el empleo se requieren horarios flexibles, y la creación de empresas supone, según la presidencia sueca, una oportunidad en este aspecto.

Diversidad sectorial según sexos

Un dato a tener en cuenta es que los emprendedores acostumbran a buscar oportunidades en sectores en los que previamente han trabajado, y estos son ocupados en distintos grados por hombres y mujeres. Así, estas predominan en el comercio y en los servicios ajenos al mercado, como la educación o la sanidad, mientras que el empleo masculino se centra en la industria o los servicios financieros. Jöran Hägglund, secretario de Estado de Energía y Empresa de Suecia, explica que esa distribución dificulta la acción emprendedora de la mujer, pues su empleo se centra en "actividades poco abiertas al espíritu emprendedor".

Los retos, pues, son múltiples (incluyendo dificultades de acceso a la financiación), aunque se empiezan a sentar bases. La presentación de la Red de Embajadoras se cerró con una cena de gala en el imponente Ayuntamiento de Estocolmo, lugar de entrega de los Premios Nobel. Un símbolo, quizá, de la búsqueda de la excelencia que persigue la Agenda de Lisboa.

Más propietarios de empresas en España

Según la Comisión Europea, al margen de la distribución por sexos, el nivel de actividad emprendedora es más elevado en los países menos desarrollados, donde se tiende a la creación de pequeños negocios a la vista de las menores oportunidades de empleo por cuenta ajena. Eso explicaría el hecho de que España prácticamente duplique la proporción de personas propietarias de empresas que tienen Francia o Alemania.Sea como fuere, sólo un 9% de las mujeres adultas españolas es propietaria de una empresa, frente al 16,42% de los hombres. El estudio de Promoción de Mujeres Innovadoras y Empresarias, elaborado por la Comisión, señala que la distancia es más sensible en el caso de las empresas establecidas (3,3% de mujeres, por un 7,6% de hombres) que en las firmas que se encuentran en sus primeras fases de actividad (5,7% frente a 8,83%).El informe destaca que las españolas tienen más miedo al fracaso que los hombres a la hora de iniciar un proyecto empresarial, y también que cuentan con una red de negocios más modesta. Sin embargo, tienen un mayor espíritu de empresa, como demuestra el hecho de que un 52% de los potenciales emprendedores son mujeres.En su estudio sobre España, los autores del informe destacan la existencia de un programa de asistencia financiera para mujeres emprendedoras en el Instituto de la Mujer, si bien reclaman un mayor apoyo público.

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