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'Telecos'

Telefónica eleva su oferta por la brasileña GVT para torpedear a Vivendi

Telefónica ha convertido en una guerra de ofertas una contienda en la que ella es el único postor legal. Pero es que la posibilidad de que Vivendi lance una contraopa es una amenaza más real de lo que ha querido reconocer oficialmente. Por eso, Telefónica no ha esperado y ha subido a 2.700 millones la oferta por GVT.

Hay varios refranes que glosan los beneficios de adelantarse a la hora de tomar una decisión. Y Telefónica los está cumpliendo todos. Fue la primera en materializar una oferta por la operadora brasileña GVT, con lo que se adelantó a Vivendi y dejó en nada el acuerdo de la compañía francesa con los fundadores de la teleco para su adquisición.

Ahora, también ha sido la primera en lanzar una nueva oferta superior a la anterior. Y ello con la única amenaza de un posible contraataque de Vivendi, porque esta compañía no ha llegado en ningún momento a poner una propuesta oficial encima de la mesa.

Pero el simple comentario, realizado semana tras semana, de que Vivendi sigue "estudiando sus opciones" sobre GVT ha sembrado la intranquilidad en la española. Además, la Bolsa está apostando a una contraopa y hace ya 14 sesiones que la operadora brasileña cotiza por encima de la oferta lanzada por Telefónica el pasado 7 de octubre.

La francesa tendría que pagar 53 reales por acción de GVT, un 26% más que su idea inicial

En ese momento, la española ofreció 48 reales por acción, un 14% más de lo que Vivendi había apalabrado en septiembre, cuando llegó a un acuerdo con los fundadores de GVT. En total, Telefónica estaba dispuesta a pagar 2.550 millones de euros por el 100% de la operadora brasileña. Ayer mejoró esta propuesta. El nuevo precio son 50,50 reales por título, lo que encarece un 5,2% la opa y lleva el total a 2.700 millones.

"¿Miedo real a Vivendi? Poco", contesta una fuente cercana a la operación preguntada por las razones de este movimiento. Pero eso no quiere decir que no haya que prever todas las posibilidades. Y lo cierto es que el martes, justo después de que la junta de accionistas de GVT acordara levantar los blindajes que impedían las opas de Telefónica y Vivendi, el volumen de negociación en Bolsa de la operadora brasileña se disparó. No está claro todavía quién estuvo detrás de las compras, pero la posibilidad de que fuera la francesa o algún otro postor ha influido en la decisión de Telefónica de subir el envite. El mensaje es claro: la española no tiene intención de renunciar a GVT y cualquier competidor debe saber que tiene que poner mucho dinero en juego para superarla.

La subida del 5% de Telefónica coincide con el precio mínimo que hubiera tenido que pagar Vivendi en una contraopa. Atendiendo a las normas del mercado brasileño, la próxima oferta tendría que ascender a 53 reales por acción. Y este precio es un 26% superior al que estaba dispuesta a pagar en primera instancia la empresa francesa, lo que obliga a Vivendi a pensar con cuidado su próximo paso. El problema, además, es que lanzar una contraopa a 53 reales tampoco garantiza nada. Telefónica podría igualarla y entonces se entraría en una subasta al mejor postor.

La Bolsa, al menos en el caso de la empresa gala de medios, ha dado su veredicto: descarta esa posibilidad y se alegra por ello. Los inversores consideran que la presión financiera que ha metido Telefónica es demasiado elevada para Vivendi, que no podrá contraatacar. Por eso, las acciones de la francesa subieron ayer un 2,23%, después de acumular una caída superior al 11% desde que se inició la guerra de intereses por GVT. Y eso coacciona más incluso a Vivendi, que sabe que si entra en la pugna de opas será en contra de los deseos de sus accionistas.

Telefónica, en cambio, no se vio ayer demasiado penalizada en Bolsa. Subió menos que el Ibex, pero terminó la jornada al alza. La explicación está en que los inversores creen que la española puede pagar un precio más alto que Vivendi, porque logrará más sinergias y mejoras operativas que la francesa al integrar GVT con su filial en la telefonía fija de Brasil, Telesp. Y esa asunción es la misma que hace Telefónica y con la que justificó ayer la subida del precio de la opa.

Los minoritarios se desvelan por Hansenet

En la carrera de compras en la que se ha embarcado Telefónica para crecer en mercados donde ya tiene presencia, la brasileña GVT no está en primer lugar. De hecho, si el calendario fuera la medida, la que está más cerca de hacerse realidad es la adquisición de la operadora alemana Hansenet, filial de Telecom Italia.Pero los accionistas minoritarios de la telefónica italiana están decididos a intentar deshacer esta transacción. Ayer fue el segundo inversor particular con más capital en Telecom Italia quien cuestionó la posible venta. En una entrevista, Marco Fossati criticó el precio al que está previsto cerrar la transacción y aseguró que la operadora italiana debería pedir al menos 1.500 millones de euros. También añadió que una fusión con Versatel tendría más sentido que la venta.

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