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Nueva tributación para los impatriados

Hacienda pone la lupa sobre 200 ejecutivos con la 'ley Beckham'

Los datos de la última campaña del IRPF revelan que 1.960 contribuyentes se acogieron a la tributación del régimen de impatriados. Aproximadamente un 10% corresponde a directivos y deportistas extranjeros que cobran más de 600.000 euros anuales, colectivo sobre el que Hacienda ha puesto el punto de mira al modificar los beneficios fiscales de la ley Beckham.

Consultando las nóminas de una de las principales empresas del Ibex 35 -con 5.000 empleados- se observa que sólo tres de ellos (el presidente, el consejero delegado y el director general) ganan más de 600.000 euros anuales.

Este puede ser un ejemplo de lo que explicaron ayer los fiscalistas y laboralistas de los principales bufetes de abogados consultados por CincoDías, así como otros expertos tributarios. Entre todos ellos hubo una aplastante coincidencia: la inmensa mayoría de los directivos extranjeros medios y altos que trabajan en España tienen salarios anuales inferiores a los 600.000 euros.

En estos despachos conocen bien los niveles salariales de los directivos extranjeros porque son los encargados de elaborar sus contratos y gestionar su fiscalidad en lamayoría de los casos. Por ello, aseguran que el grueso de estos ejecutivos no se verá afectado por los cambios que pretende hacer elGobierno en la tributación del régimen de impatriados, subiendo el tipo actual del 24% al 43% para aquellos nuevos contratados que ganen más de 600.000 euros anuales.

No obstante, al mismo tiempo, hay quien hace una salvedad. "Hay mucho directivo medio extranjero al que no le afectará, pero los más cualificados, que pueden estar en torno al 10%, y que son los más vinculados a la captación de capital a España sí pueden perder interés por venir a trabajar aquí", dice Bárbara Pardo de Santayana, socia del Área de Expatriados de Ernst & Young Abogados.

Esta experta alerta sobre un efecto perverso que puede provocar el cambio legal. La nueva norma podría traducirse en un aumento de los costes laborales de estos directivos para compensar la pérdida de incentivos fiscales, lo que mermaría los beneficios de las empresas y reduciría la recaudación del impuesto de sociedades. Por ello, la directora del Área Laboral de Cuatrecasas, Pilar Cavero, considera que la apuesta del Ejecutivo "no es una decisión sensata". Por contra, propone "mantener los actuales incentivos sin límite en los sueldos, aunque sea sólo para los extranjeros de sectores productivos que interesen a la economía". Así, sugiere que se podría excluir del régimen a las estrellas extranjeras del fútbol -que han sido los principales beneficiarios de la ley Beckham- sin penalizar la atracción del talento en otras áreas. "De estos incentivos puede depender que venga un buen presidente de una multinacional u otro no tan bueno", insiste Cavero.

El secretario general de los Inspectores de Hacienda del Estado, Francisco de la Torre, fuemás lejos y consideró que este régimen ha fracasado en su objetivo inicial que era atraer el talento, "aunque no tengan la culpa los incentivos fiscales, sino otras carencias de la economía española". Por ello apoya la revisión de la norma y cree que mantener o no los actuales privilegios "será una decisión política".

Los cambios puden acelerar las contrataciones

¿Qué efectos pueden tener estos cambios en la ley Beckham? El primero que viene a la cabeza de la mayoría de los expertos es que, dado que entrarán en vigor en enero de 2010 y no tienen efecto retroactivo, podrían acelerarse a diciembre las contrataciones previstas para el próximo año. Aunque hay quien opina que esto no será así, como María Antonia del Río, asociada sénior de People Services de KPMG, para quien "no será tan fácil que las empresas aceleren estas contrataciones por la dificultad de conseguir permisos de trabajo y por las propias estrategias de negocio". Lo que sí parece claro que ocurrirá, al menos en el sector futbolístico, es que "se encarecerán los fichajes y esto afectará a una quincena de clubes de primera división que tienen al menos uno o más jugadores que ganan por encima de los 600.000 euros", opina José Luis Fraile, socio de Sagardoy Abogados y experto en derecho deportivo. Otra duda que surge son las posibles artimañas legales para eludir los cambios en la ley. Según algunas fuentes, "se podría recurrir más a las retribuciones variables, como bonus u opciones sobre acciones para completar salarios por debajo de los 600.000. Pero Javier Hernández Galante, asociado sénior del departamento de Derecho Tributario de Ashurst lo tiene claro: "a la Agencia Tributaria no se le van a escapar estas cosas en la redacción final de la ley, que seguramente impedirá maniobras de ese tipo".

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