Gestionar a los gestores
La crisis financiera ha puesto de relevancia uno de los mandamientos esenciales al invertir, el de activamente gestionar a nuestros gestores. Esto, que aparentemente parece una obviedad, no lo es tanto a nivel del inversor particular, pero los recientes hechos de opacidad en los productos financieros y la enorme volatilidad de los mercados sugieren que debemos tomar las riendas de ciertas decisiones y una de ellas es decidir con quién invertimos. Por otro lado, la fiscalidad de los fondos en España nos facilita esta tarea al no tributar por traspasos de un fondo a otro.
Un inversor debe, hoy, tener en cuenta la capacidad de su gestor de proporcionar rendimientos razonables para cada activo seleccionado; debe ser transparente en la composición de sus productos; debe tener unas comisiones adecuadas; debe proporcionar información para sustentar su producto y debe mantener al inversor al día de los acontecimientos que influyan en su inversión.
Pero además se debe considerar que la lealtad debe ir del gestor al inversor y no al revés, de esta forma podremos optimizar nuestras inversiones también mediante la elección del mejor gestor para cada producto y momento. En otras palabras, estaremos gestionando a aquellos que gestionan nuestro patrimonio.
Este tema no es baladí, no todos los gestores son capaces de ser excelentes en todas sus propuestas, por tanto se antoja esencial exigirnos un mínimo de "actividad" a la hora de gestionar con quién colocamos nuestras inversiones desde un punto de vista objetivo atendiendo a los requisitos que el gestor debe proporcionar para ser elegido. Este mandamiento del inversor proporciona mayor competitividad al mercado y debe ser una lección aprendida si no queremos recaer en actitudes pasivas que no devengan el resultado apetecido.
José Manuel Olabarrieta. Director de Vontobel Europe para España y Latinoamérica