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Finanzas

El PP nacional y Aguirre fracasan al intentar sellar la paz en Caja Madrid

La guerra desatada en el Partido Popular por el control de Caja Madrid vivió ayer un nuevo capítulo con los contactos que mantuvo la dirección nacional del partido con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, para intentar alcanzar un acuerdo que ponga fin a las hostilidades. El fruto fue un nuevo fracaso.

El PP nacional y Aguirre fracasan al intentar sellar la paz en Caja Madrid
El PP nacional y Aguirre fracasan al intentar sellar la paz en Caja MadridPABLO MONGE

Una fuente autorizada del PP negó a última hora de la tarde de ayer a este periódico que se hubiera producido un pacto entre las dos partes, pese al intento de acercar posturas sobre nuevos escenarios. Uno de ellos pasaría por un hipotético reparto de cargos: la presidencia de la caja madrileña sería para Rodrigo Rato mientras que al frente de la corporación industrial se colocaría al actual vicepresidente de la comunidad, Ignacio González.

Sin embargo, tal es la distancia que enfrenta a las dos partes en conflicto que desde la dirección nacional del PP se dejó claro ayer tarde que con esta actitud tan "provocadora" de la presidenta madrileña ni siquiera entra en el cálculo de probabilidades que Ignacio González sea admitido al frente de la corporación industrial de Caja Madrid. Otras fuentes del PP ven en este hipotético reparto de cargos la urgencia que tendría Aguirre en ubicar fuera del Gobierno regional a Ignacio González para así remodelar su Ejecutivo. El candidato mejor colocado para sustituirle en el puesto de vicepresidente es el actual consejero de Sanidad, Juan José Güemes, aunque en las filas del PP se citan también otros nombres.

En el otro extremo consta la firmeza con la que el líder nacional del PP, Mariano Rajoy, sigue defendiendo la candidatura de Rodrigo Rato para la presidencia de esta entidad financiera. El equipo económico del PP respalda sin fisuras esta candidatura tanto por el prestigio internacional del ex director gerente del FMI como por su profundo conocimiento del sistema financiero. En este contexto, las mismas fuentes subrayan que en la presidencia de Caja Madrid no sólo está en juego la gestión de una entidad con 180.000 millones en depósitos, sino la llave para futuras fusiones y para operaciones empresariales de calado.

En el PP consta que Mariano Rajoy y Esperanza Aguirre mantuvieron una larga conversación antes del verano en la que el primero le pidió a la presidenta madrileña que saneara el partido en la región después de casos como el del espionaje y, más tarde, el escándalo de la trama Gürtel. Aguirre le pidió tiempo a Rajoy y, sobre todo, que este proceso de saneamiento se rigiera conforme a los tiempos marcados por ella. El relevo en Caja Madrid, como se ha visto, formaba parte de una de las piezas fundamentales con las que pensaba jugar la presidenta, sin contar con que Mariano Rajoy jugaría también fuerte sus bazas.

La insistencia de Aguirre en que la dirección nacional del partido adopte medidas disciplinarias contra el vicealcalde Manuel Cobo a raíz de las acusaciones vertidas en El País contra el equipo de la presidenta madrileña, continúa siendo un obstáculo para el acercamiento de posturas. Y es que, más allá de quien sea el sustituto de Blesa, tanto en Génova, 13, como en la Puerta del Sol importan, y mucho, las lecturas que puedan hacerse del desenlace final de esta guerra en clave de ganadores y perdedores. En suma, en clave de equilibrios de poder.

Rodrigo rato

Cargos de altos vuelos en el mundo político y financiero

Vicepresidente del Gobierno: Rato ocupó este cargo durante los dos mandatos de Aznar (1996-2004).

Director gerente del FMI: Tras dejar la política española se convirtió en el máximo directivo de este organismo internacional.

Sector financiero: en 2007 entró en la cúpula del banco de inversión Lazard. También es consejero del grupo Santander y de La Caixa.

La guerra también se libra en los juzgados

La guerra por el control de Caja Madrid tiene un doble frente. Además de las tensas reuniones en los despachos de la dirección nacional del partido, la confrontación también se libra en los tribunales. El Juzgado de Instrucción número 60 de Madrid acordó el pasado 2 de octubre paralizar las elecciones en la entidad financiera, a raíz de una demanda interpuesta por el Ayuntamiento de Madrid. El consistorio dirigido por Alberto Ruiz-Gallardón defiende que el reparto de poder en la asamblea de la caja, que establece la nueva normativa regional, ha dejado a Madrid infrarrepresentado. Otros ayuntamientos se han sumado a la impugnación.La jueza Inmaculada Vacas atendió la petición inicial de Gallardón y mandó frenar la renovación de los órganos de gobierno de Caja Madrid. Pasados 30 días, el 2 de noviembre finaliza el plazo para que las partes presenten sus alegaciones. A partir de entonces, la jueza decidirá si levanta las medidas cautelarísimas acordadas o si, por el contrario, mantiene en suspenso las elecciones en la caja.Si se reactivara el proceso, los ayuntamientos que eligen consejeros generales en Caja Madrid deberían enviar su propuesta, que esta fuera examinada por la Consejería de Economía de la Comunidad, que se proclamaran los nuevos consejeros y que se convocara una asamblea extraordinaria. En total, sería difícil que antes de finalizar el presente ejercicio se pudiera renovar el consejo y, con él, al presidente de la entidad. Este es el mejor de los escenarios porque, si la jueza mantiene las cautelares, es imprevisible el tiempo que podría alargarse el proceso judicial. En este caso, tan sólo un acuerdo con el Ayuntamiento de Madrid para que retirara la demanda podría desbloquear las elecciones.

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