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Tribuna
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El año de España en el sur de China

El interés de los españoles en China es mayor que nunca, pero también el de los chinos en España. No sólo desde el punto de vista cultural, sino también como potencial país de inversión. Si 2007 fue el año de España en China, los próximos años han de ser los de España en el sur de China y los de la consolidación definitiva de las empresas españolas en esta zona del país.

La Feria Cismef, en la que España participó en septiembre como invitada de honor, ha sido una buena muestra. Este evento atrajo a China al ministro de Industria y Comercio, Miguel Sebastián, y sirvió para potenciar la marca España. El esfuerzo realizado por el Icex en coordinación con la flamante Oficina Comercial en Cantón y la Cámara Española de Comercio en el Sur de China, ha tenido importantes resultados. La feria se ha erigido en una plataforma para la promoción de sectores de referencia en España, como el agroalimentario, la arquitectura, la moda, y ha permitido tener un mayor conocimiento del sur del país.

Cabe destacar las posibilidades que ofrece el mercado del sur de China a las empresas españolas, que cuentan con diferentes fórmulas de implantación. Para algunas, la creación de una Oficina de Representación puede resultar la opción más adecuada, dado que les permite tener presencia asumiendo poco riesgo y, en muchos casos, suele ser un paso previo antes de establecer una empresa de capital extranjero. Para otras, cuya intención es importar y distribuir sus productos directamente, así como exportar productos desde China, lo más aconsejable sería la constitución de una FICE (Foreign Invested Commercial Enterprise).

Por otro lado, y a pesar de que actualmente existen pocos sectores limitados a la inversión extranjera directa, la constitución de una joint venture con una empresa local sigue siendo una buena alternativa. Si bien esta fórmula jurídica puede presentar inconvenientes motivados por diferencias culturales o por posibles situaciones de bloqueo de acuerdos, las ventajas de aprovechar la mano de obra, el control del mercado, el guanxi y los canales de distribución del socio chino, pueden hacer recomendable esta forma de inversión. En estos casos, resulta crucial una adecuada selección de los socios, siendo aconsejable, si existen dudas, articular inicialmente la relación de manera contractual, hasta conseguir la confianza necesaria.

Otra opción que se mantiene latente para todas las empresas que no desean asociarse con una compañía local es la implantación a través de una WFOE (Wholly Foreign Owned Enterprise), principalmente cuando desean realizar actividades de manufactura o comerciales. Tanto la WFOE como la FICE siguen siendo la forma preferida de inversión directa de la gran mayoría de las compañías extranjeras.

Álex Garmón. Socio director de la oficina de Net Craman Abogados en el sur de China

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