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Automoción

La plantilla de Opel negocia con Magna sin desconvocar la huelga

Magna trató ayer de convencer a los representantes sindicales de la planta de Opel en Figueruelas para que renuncien a la huelga de cuatro días convocada ayer. Los portavoces de la plantilla esperan mejoras en la oferta del que será nuevo dueño de la planta.

Finalmente, el espíritu negociador se impuso sobre la opinión de quienes consideraban que debían eliminarse los elementos de presión para reanudar las conversaciones. Magna y el comité de empresa de la planta de General Motors-España en Figueruelas (Zaragoza) se volvieron a reunir ayer en el Ministerio de Industria en Madrid, para intentar desbloquear la negociación sobre los planes de futuro para la planta zaragozana, con el telón de fondo de la convocatoria de paros acordada la víspera. Al cierre de esta edición aún no se conocía el alcance de la reunión, pero todo parecía indicar la voluntad de Magna por alcanzar un acuerdo que le permita cerrar el acuerdo de compra, aún pendiente de su ratificación.

"No nos podemos permitir el lujo de dejar de hablar, aunque la convocatoria de una huelga no crea el mejor ambiente para hacerlo", manifestaba el consejero de Economía del Gobierno de Aragón, Alberto Larraz. Tanto General Motors como el ministro de Industria, Miguel Sebastián, consideraron un error la huelga.

El comité de empresa consideró que una medida de fuerza constituía un recurso para desbloquear unas negociaciones que no avanzaban. Y, tras ser refrendada por la mayoría del comité (CGT consideró que el calendario de movilizaciones debería ser aprobado por una asamblea con participación de todos los trabajadores), presentó la solicitud, para cumplir con las preceptivas jornadas de preaviso.

Figueruelas es la última planta que le queda a Magna para cerrar el acuerdo sobre el plan de ahorro. Y los gobiernos central y autonómico están echando el resto para lograr un acuerdo de mínimos, que constituya la base para unas negociaciones sobre aspectos puntuales (desde los plazos del ajuste laboral a la coordinación con Eisenach), que se presumen largas y complejas.

Magna es consciente de que, sin Figueruelas, el futuro de Opel será muy difícil. La planta aragonesa controla el 40% de la producción de la marca en Europa.

Hoy se reúne el comité de coordinación de Opel

Magna ha ido rebajando su nivel de exigencia sobre Figueruelas. El grupo ha pasado de recortar en 350 los 1.600 despidos iniciales, ha asegurado el futuro de la planta y ha concedido la exclusividad del Corsa cinco puertas. Sobre este modelo planeaba la posibilidad de que parte de la producción se fuera para Alemania.Sin embargo, quedan flecos importantes, como la ambigüedad sobre la segunda línea de producción y las inversiones y el recorte de la nave de prensas, una instalación fundamental para asegurar la primacía de la planta aragonesa.Hoy está previsto que se reúna la comisión de coordinación de Opel para continuar las negociaciones iniciadas ayer. A esta reunión se incorporarán también los consejeros de Economía e Industria del Gobierno de Aragón, Alberto Larraz y Arturo Aliaga.

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