Las empresas familiares profesionalizan su consejo
Se ha avanzado, pero aún queda mucho por andar. Es la principal conclusión de un estudio sobre el buen gobierno en las empresas familiares realizado por el Centro de Gobierno Corporativo del IE Business School.
A pesar de la existencia de carencias desde el punto de vista del gobierno corporativo, los autores del estudio El gobierno corporativo en la empresa familiar aseguran que las empresas familiares españolas de tamaño mediano son, después de las estadounidenses, las más avanzadas desde el punto de vista de la profesionalización de su gestión.
El Centro de Gobierno Corporativo, una iniciativa conjunta impulsada en el IE Business School por Bankinter, Iberdrola y PwC, ha analizado una muestra de empresas familiares de tamaño mediano (un total de 24, con una plantilla de entre 50 y 1.000 trabajadores) para concluir que "aunque ha habido un gran avance en estas dos últimas décadas, aún es necesario avanzar más en la profesionalización de los consejos de administración de las empresas familiares, tanto en sus prácticas como en su funcionamiento y en sus procesos de gobierno". Los expertos se refieren a la necesidad de reforzar los consejos con la incorporación de consejeros externos e independientes.
Lo cierto es que en estos momentos la mayoría de las empresas -el 66%- se encuentra en proceso de transición entre la existencia de un consejo de administración que los autores del estudio denominan como pasivo y ceremonial hacia un consejo activo. Mientras, un 20,8% de las compañías analizadas ya ha alcanzado una etapa de actividad de gobierno creciente, con un consejo activo, pero sólo el 4,2% ha llegado a un estadio en el que disponen de un consejo activo, útil y con una mayoría de consejeros externos.
Los expertos abogan por la incorporación de consejeros externos a la sociedad
Otra de las conclusiones es que la existencia de un consejo es más frecuente cuando existe un accionariado disperso y compuesto por miembros no familiares.
Por otro lado, la mayoría de las empresas no cuenta con un sistema de evaluación del consejo y de los consejeros, mientras que las comisiones existen sólo en el 16% de los casos. Respecto a la composición, la presencia de consejeros familiares es muy superior a la de no familiares.
En cuanto a las recomendaciones, los expertos abogan por incorporar consejeros externos para potenciar el espíritu emprendedor y profesional de la empresa; incorporar un criterio en la selección de los administradores que representen a la familia, en el que pese más la profesionalidad que el carácter familiar; el cumplimiento de buenas prácticas de gobierno corporativo; fomentar la evaluación del consejo y los consejeros, y potenciar el consejo de familia, complementario al consejo de administración.
Presidentes durante 15 años
¿Cuál es el detonante que hace que una empresa familiar se profesionalice y garantice así su continuidad? Joan Amat, Cristina Cruz y Tomás Garicano, autores del estudio El gobierno corporativo en la empresa familiar, sostienen que pueden ser muy variados y oscilan desde la elección de un nuevo líder a la entrada o salida de un socio no familiar, pasando por el inicio del relevo generacional o la venta de la empresa.El estudio sitúa la duración media de los cargos de presidente o máximo ejecutivo en 15 años, lo que, en opinión de sus autores, conlleva el riesgo de acomodarse, la posible pérdida del espíritu emprendedor y una influencia negativa en la aplicación de normas de buen gobierno. Los expertos creen que la continuidad de la empresa depende de la profesionalización de la gestión y de la familia, del gobierno corporativo, del fomento del espíritu emprendedor y del relevo generacional.