Las grandes fortunas recelan de los fondos y optan por bonos y acciones
Cerca de 200 Sicav han modificado su política de inversión este año para dejar de invertir mayoritariamente en fondos y aplicar una gestión más flexible y con mayor presencia de inversión directa en acciones y bonos.
Las sociedades de inversión de capital variable (Sicav), el vehículo de inversión de los grandes patrimonios, están aprovechando los cambios normativos recientes para dejar de invertir mayoritariamente en fondos y optar por una gestión más flexible donde prime la inversión directa en bonos y acciones. Esta transformación se produce en un momento en que la industria de los fondos se ha visto desprestigiada por escándalos como el del estafador Bernard Madoff.
En lo que va de año, cerca de 200 Sicav han aprovechado las juntas de accionistas ordinarias para cambiar su política de inversión y dejar de invertir la mitad de su patrimonio en fondos. Estas sociedades eran las antiguas Sicav de fondos, una figura que desapareció con el reglamento de 2005 que desarrolla la Ley de Instituciones de Inversión Colectiva y su modificación en 2007.
"Lo hacen para tener mayores opciones a la hora de elegir activos y no estar obligados a comprar el 50% dentro de la Sicav", explica Pablo Torralba, director para España del banco privado Edmond de Rothschild.
Con el cambio de política de inversión, las Sicav podrán seguir invirtiendo en fondos, pero con más libertad. "La cuestión es de tipo reglamentario", comentan en BNP Paribas. "En una Sicav de fondos tienes que tener al menos invertido un 50% en fondos, lo que en circunstancias de mercado puede no ser lo más adecuado para el gestor. Sin embargo, si tienes una Sicav de valores puedes invertir en fondos, pero a tu conveniencia. La única diferencia es de tipo fiscal: en las instituciones de inversión colectiva de fondos no hay retención en las plusvalías dentro de la sociedad". La nueva legislación permite evitar la retención cuando se invierte más de un 10% en fondos, con lo que amplía el margen de actuación.
"En esas condiciones, pensamos que lo óptimo es aprovechar ese perfil flexible, sin restricciones predeterminadas en cuanto a los porcentajes destinados a fondos de inversión", comentan desde Consulnor. "Cada porcentaje particular en una de nuestras Sicav dependerá de las específicas oportunidades de inversión que se presenten en cada momento."
Diversas fuentes del sector reconocen que muchos clientes de banca privada han comenzado a recelar del fondos como vehículo de inversión a raíz de la crisis. "El mundo de los fondos se ha desprestigiado mucho tras los malos resultados de casi todas las clases de activos y las salidas masivas de dinero, en especial en hedge funds", señala Pablo Torralba. "También ha habido dudas en las auditorías, responsabilidades del depositario (como en el caso Madoff), que creo que han hecho que el inversor esté privilegiando la inversión directa y tener así una mayor transparencia frente a los clientes".
La decisión de flexibilizar la inversión no es sólo de los grandes patrimonios, sino también de las gestoras de esas Sicav. "Los bancos tienen miedo a dar un patinazo y han sobrerreaccionado. No tienen capacidad para analizar los miles de fondos que hay en el mercado", comenta Víctor Alvargonzález, director general de Profim. "Su asesoramiento en Sicav ha sido muy pobre y eso les ha hecho caer en casos como el de Madoff o la quiebra de Lehman". Pero Alvargonzález opina que el problema no es del fondo como vehículo, perfectamente válido, sino de un mal asesoramiento.
En el proceso de back to basics que ha provocado la crisis financiera, el regreso a productos sencillos y activos tradicionales, las Sicav han optado por la transparencia y lo más cercano. Aunque los expertos advierten: "Hay desencanto con los fondos, pero en acciones y bonos te puedes llevar las mismas sorpresas, también han caído mucho", afirma Félix López, director de Atlas Capital Gestión.
Recuperación
El repunte de los mercados financieros desde los mínimos de marzo ha permitido que el patrimonio invertido en Sicav aumente un 2,7% desde comienzos de año. En términos agregados, la renta fija es el activo más presente en las carteras, casi 7.000 millones de euros a 31 de agosto.
Una industria víctima de la crisis
No corren buenos tiempos para la gestión de Sicav. Los escándalos de la crisis, como la estafa de Bernard Madoff y la quiebra de Lehman, han puesto en entredicho la labor de asesoramiento de las entidades, por cuanto muchos clientes vieron cómo sus inversiones se volatilizaron el año pasado por haber invertido en fondos ligados al ex financiero neoyorquino, o en productos ligados al banco quebrado. A lo que hay que añadir las pérdidas de las carteras simplemente por la abrupta caída del precio de los activos hasta marzo de este año.En paralelo, muchas Sicav se han liquidado o vendido en los últimos meses, debido a la acuciante necesidad de liquidez de muchos empresarios a los que se les ha cerrado el grifo del crédito. Asimismo, las Sicav han servido de garantía ante el impago de crédito de promotores inmobiliarios caídos en desgracia.Entretanto, el vehículo de los grandes patrimonios se encuentra en la picota ante la reforma fiscal que se avecina, debido a su tributación al 1% en el Impuesto de Sociedades, aunque no es probable que ese tipo impositivo sea modificado.Todo este cóctel de acontecimientos ha puesto a las Sicav en primera línea informativa.