¿Por qué se aleja Turquía?

¿Por qué se alejan Bruselas y Ankara en un momento en que, en teoría, deberían estar acercándose?

Resulta difícil diagnosticar los motivos exactos. Pero quizá se pueden apuntar algunos.

A nivel interno, parece que las luchas intestinas por el poder han paralizado durante meses, si no años, el proceso de reformas que Turquia puso en marcha tras ser aceptada en 1999 como candidata al ingreso en el club comunitario. El desenlace de esos conflictos (entre kemalistas y Erdogan, entre poder civil y miliar, entre laicidad y religiosidad, entre dictadura y democracia) resulta imprescindible para que el país pueda avanzar en una u otra dirección.

La situación se compara de manera recurrente en Ankara y Estambul con la transición española. Tal vez. Pero parece que faltan dos elementos para el modelo se pueda repetir. En España, un hito insoslayable como la muerte del dictador desencadenó el desmantelamiento del antiguo régimen. Y la opinión pública optó de manera mayoritaria por trasnformar el país sin mirar demasido para atrás.

En Turquía no hay una cuña histórica que marque claramente la ruptura con el pasado. Podría servir como tal la adopción de una nueva Constitución (la actual la redactaron los militares tras el golpe de los años 80) pero el AKP de Erdogan no cuenta con los apoyos suficientes para llevarla a cabo.

El otro elemento que falta es aún más difícil de igualar. Los turcos parecen disfrutar con esa costumbre tan balcánica de lamentarse durante siglos por las ofensas recibidas y consolarse del triste presente con la memoria de glorias pasadas. Los agravios se van sumando y nunca parece llegado el momento de pasar la página de una vez.

Para colmo, las constantes amenazas de Sarkozy y Merkel de que no permitirán el ingreso del país en la UE, juega a favor de los partidarios de descarrilar de una vez por todas el proceso de negociación. De modo que cuando faltan años para que esa hipótesis se pueda producir, en Turquía sólo aumenta el número de escépticos y de partidarios de irse a llamar a otras puertas alejadas de la UE.

Foto: El Bósforo, Estambul (B. dM., 15-10-09).