Alemania confía en que la compra de Opel por Magna no fracase pese a los recelos de Bruselas
El ministro alemán de Economía, Karl-Theodor zu Guttenberg, dijo hoy estar convencido de que la operación de compra de Opel por Magna no fracasará, pese a los recelos de Bruselas, y que tampoco habrá que reiniciar desde el principio las negociaciones sobre la filial de General Motors.
"Creo que se encontrará la respuesta adecuada", manifestó el ministro, tras expresar su "plena comprensión" por el proceder de la Comisión Europea, ya que, admitió, "hubo probablemente en los últimos meses algún que otro malentendido por ciertas declaraciones, aunque no mías".
Guttenberg reaccionó así a la carta recibida esta semana de la comisaria europea de la Competencia, Neelie Kroes, en la que le advertía de la existencia de "indicios significativos" de que las ayudas prometidas por Alemania a Opel en la operación de compraventa acordada con Magna podrían violar las normas comunitarias.
Según la investigación preliminar de la CE, hay "indicios significativos" de que la ayuda prometida por el Gobierno alemán estaba "precondicionada" a que Magna, que cuenta con el apoyo del banco ruso Sberbank, fuese la elegida para hacerse con el control de Opel.
En su carta, Kroes indicaba que una condición de ese tipo sería "incompatible" con las normas europeas de ayudas de Estado y las reglas del mercado interior.
El Gobierno alemán expresó repetidamente, mientras había varios inversores interesados en la operación, que Magna era su clara favorita y condicionó su aporte a que General Motors se decidiera por esa opción.
Berlín se ha comprometido a facilitar ayudas, créditos y avales por un importe de 4.500 millones de euros, para posibilitar la operación de compra, y aspira a que el resto de países implicados participen en la financiación.
Varios países en los que Opel tiene plantas, como España, Bélgica y el Reino Unido, habían expresado a Bruselas su preocupación ante un posible acuerdo de Alemania con Magna para que ésta diese un trato preferente a las fábricas en su territorio.
La comisaria estima que General Motors y Opel deben "tener la oportunidad de reconsiderar" el resultado del proceso con "garantías por escrito firmes por parte de las autoridades alemanas", de que las ayudas estarían disponibles independientemente del inversor o de su plan.
El acuerdo de compra-venta por parte de Magna debía haberse firmado el pasado jueves, pero la operación se postergó, al parecer por quedar aspectos pendientes de renegociación, entre ellos los recelos de la Comisión Europea.
El propio Guttenberg quitó hierro ayer a esas demoras y afirmó asimismo que varios de los países implicados en el futuro de Opel -y citó a Austria y Polonia- se han mostrado ya de acuerdo en participar en la financiación del plan de salvación de esa compañía. Por parte del Reino Unido hay buenos indicios de que se sumará al plan, añadió mientras que con España se mantiene "un diálogo constructivo".