Un impulso firme a la exportación
Toda ratio esconde siempre una verdad a medias. Es algo que se puede aplicar al informe que maneja el Ministerio de Economía que, basado en cifras del FMI, defiende que las exportaciones españolas están ganando cuota de mercado. Así, de cada 100 euros del comercio mundial, las empresas españolas facturaron el pasado año 1,72 euros, mientras que en lo que va de 2009 el peso ha aumentado a 1,83. Innegablemente es una buena noticia, aunque merece varios matices.
El primero es que, sin despreciar el éxito de las empresas españolas en el exterior, todo apunta a que la cuota de mercado aumenta sobre todo por la reducción de las ventas a nivel mundial de las materias primas, en especial el petróleo y otros productos energéticos. Sencillamente, la bajada de éstas incrementa automáticamente el porcentaje del resto de productos como si de vasos comunicantes se tratase. Algo que queda patente en que el aumento de cuota de mercado no sólo se ha producido en España, sino que favorece al resto de economías desarrolladas analizadas en el informe de Economía: Alemania, Francia, Italia, Reino Unido o Estados Unidos. Todas ganan, a excepción de Japón.
Y el segundo matiz, y el más relevante, es que el panorama sigue siendo desolador en lo tocante al peso de los productos españoles en el conjunto del mercado internacional. Un país que ocupa el octavo puesto en la economía mundial no puede colocarse por debajo de un 2% en la cuota del comercio mundial, muy descolgado del resto de las grandes economías. Además, siguiendo el mismo informe del Gobierno, España ha perdido posiciones si se compara con 2003, el único año de la serie analizada donde se superó, por muy poco, el 2%. Cierto que todos los países analizados -excepto el gigante exportador que representa China- han descendido porcentualmente si se comparan con 2003. Sin embargo, sería un triste consuelo defender que España mantiene su modesta cuota de mercado cuando los grandes ceden algunas décimas.
Sin embargo, las previsiones son buenas, al menos a corto plazo. Las encuestas a los exportadores que maneja el Ministerio de Industria y Comercio arrojan un aumento de la confianza. De hecho, muchos empresarios reconocen que desde el verano se están reactivando ligeramente las ventas al exterior, que están compensando en parte el parón doméstico. Pero no es suficiente. La industria española, la responsable de las exportaciones, ha exigido al Gobierno reformas en diversos campos para mejorar su competitividad y facilitar su internacionalización. æpermil;se sí que sería un verdadero cambio de modelo productivo que, evidentemente, exigiría también un esfuerzo por parte de las empresas.