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Energía

Bélgica prorroga la vida de tres nucleares a cambio de 245 millones anuales

GDF, propietaria de los reactores, creará también 10.000 empleos Bélgica decidió ayer prolongar 10 años la vida útil de tres de sus centrales nucleares, pero a cambio reclamará a sus propietarios una contribución anual de hasta 245 millones de euros anuales. Una solución similar fue planteada en el caso de la central española Garoña, pero Iberdrola y Endesa prefieron el cierre a pagar.

La medida forma parte de la ley de Presupuestos para 2010 pactada por la coalición gubernamental de conservadores, liberales y socialistas. De esta manera, Bélgica da marcha atrás al abandono de la energía nuclear aprobado en 2003 cuando los ecologistas eran parte integrante del Gobierno.

"El Gobierno ha decidido retrasar 10 años la primera fase de la salida del nuclear", señaló ayer ante el Parlamento belga el primer ministro del país Herman Van Rompuy. La decisión supone prolongar hasta 2025 la actividad de los tres reactores más antiguos (Doel 1, Doel 2 y Tihange 1).

A cambio, los propietarios de las centrales, Electrabel y su matriz francesa Gaz de France, deberán aportar a las arcas del Estado belga entre 215 y 245 millones de euros anuales entre 2010 y 2014. El diario belga Le Soir calcula que la contribución pactada supone el 30% del beneficio que las compañías obtendrán gracias a la prórroga.

A partir de 2015, un comité de expertos establecerá el montante del pago anual en función de la evolución del coste de producción y el precio de la electricidad en el mercado belga. Las compañías también se han comprometido a invertir en renovables, eficiencia energética e investigación, y a crear 10.000 puestos de trabajo hasta 2015.

GDF señaló ayer en un comunicado que la oferta de extensión de la actividad de sus centrales "refleja las constructivas negociaciones mantenidas con el Gobierno durante los últimos días". Y se mostró dispuesta a alcanzar "un acuerdo global, lo más rápido que sea posible".

El periódico belga De Tidj publicó ayer, según información recogida por la agencia EFE, que GDF había amenazado al Gobierno de Van Rompuy con abandonar el país si las exigencias presupuestarias a cambio de la prórroga eran excesivas.

La compañía, gracias a la ausencia de los ecologistas en el Gobierno y a las dificultades presupuestarias de Bélgica tras la crisis financiera, ha logrado parar la cuenta atrás para un desmantelamiento que debía iniciarse, en los reactores más antiguos, entre este año y el próximo.

De todos modos, la ley belga aprobada en 2003 prohíbe la construcción de nuevos reactores.

La cifra: 1962

fue el año en que Bélgica encargo el primer prototipo de reactor. La energía nuclear proprociona ahora el 50% de la electricidad consumida en el país.

Las eléctricas españolas no reconocen los 'windfall profit'

Los beneficios llovidos del cielo, o windfall profit, que la energía nuclear y la hidráulica reciben gracias al sistema de mercado marginalista (la tecnología más cara que casa en las subastas es la que marca precio para todas las demás), ha sido motivo del debate más encendido que se ha vivido en el sector en los útimos año. La CNE, en un polémico informe, calculó en 2008 que dichos beneficios rondaban los 4.500 millones.En medio del debate sobre el futuro de la central nuclear de Garoña algunas voces (pocas, bien es cierto) plantearon la posibilidad de que, a cambio de ampliar su vida 10 años, las eléctricas pagaran una compensación por dichos beneficios extras, para que la gran ventaja nuclear que es su coste, repercutiese en el consumidor. Las dueñas de Garoña, Endesa e Iberdrola, dijeron preferir el cierre antes que pagar.

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