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Tribuna
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Finanzas y mayores

Desde una perspectiva económica, los aspectos más preocupantes para las personas son la jubilación y la dependencia. Las cuestiones más frecuentes: ¿me alcanzará mi pensión para mantener mi nivel adquisitivo actual?, ¿reuniré los requisitos para acceder a alguna pensión de la Seguridad Social?, ¿y si no recibo nada cómo viviré en mi jubilación?

Si el lector todavía no está en el colectivo de jubilados totales o parciales o prejubilados, entonces comprobará que el mercado financiero y asegurador se está moviendo desde hace más de tres años para ofrecerle una serie de productos cuya finalidad es "ayudar a planificar el ahorro actual de cada persona y consolidar un capital o una renta para consumir en el futuro".

Existen instrumentos de ahorro -más allá de los planes de pensiones- que están ganando fuerza, como por ejemplo los planes de previsión asegurados (PPA), los planes individuales de ahorro sistemático (PIAS) y los seguros de rentas. Los contribuyentes que se lo pueden permitir agotan los límites fiscales en todas las modalidades de previsión complementaria existentes, pero ya no se mueven sólo por las ventajas fiscales en las aportaciones sino también en las prestaciones (PIAS cuando se perciben en forma de renta) y si están son garantizadas mucho mejor (PPA que han garantizado un 4% en el año 2008).

Si el lector está jubilado, vive una doble presión social: disminución de ingresos económicos mensuales de entre el 15% y el 35% asociado al actual Sistema de Pensiones y necesidad de complementar la prestación del Estado y cofinanciarla en la medida en la que la Ley de Dependencia no disfruta de recursos suficientes.

Quiero trasladar al lector otra cuestión: ¿está ayudándole su patrimonio inmobiliario a vivir mejor? Si aún desconoce los instrumentos financieros, pongo en su conocimiento la hipoteca inversa, que le ayuda a compensar el perjuicio económico por ser pensionista y le favorece de la exención fiscal en las cuotas del préstamo bancario. En este sentido, un asesoramiento especializado tal como adelanta la Ley 41/2007 le ayudará a seleccionar la mejor oferta existente en cada momento.

Por ejemplo, si es usted propietario de una vivienda habitual valorada en 350.000 euros y percibe una pensión media de jubilación de 857,38 euros al mes (dato a septiembre de 2009 del Ministerio de Trabajo), podría incrementar sus ingresos mensuales un 33,24% si contrata una hipoteca inversa a los 65 años de edad y un 40% si la contrata 10 años después. Con ello vemos que todo lo que se ahorre o prevea contribuirá al bienestar del mayor.

Carmen Belén Ortega Recio. Directora de âptima Mayores

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